"La Piba Trosca"
(CHACARERA pa' una cumpa trotskista.)
CHACARERA
De Francisco Alvero,
EL JUGLAR DEL AMOR Y LA LIBERTAD.
De Francisco Alvero,
EL JUGLAR DEL AMOR Y LA LIBERTAD.
Le canto a una camarada,
que nunca se calla,
Le canto a la piba trosca,
Que lucha en la barricada.
Cumpa y camarada, ella,
revolucionaria
Le canto a la piba troska,
que, sin duda, es una maza.
La de la revolución
revolución permanente,
la mirada irreverente
y la sonrisa valiente.
Canto a la cumpa trostkista,
¿cómo no cantarle?
"Piba Troska" le decimos,
en el rioba y otras partes.
Admiro sus convicciones,
Aun con matices
su mirada intransigente,
que desconoce los grises.
Cuando se pasa de mambo,
es cuanto más la quiero,
pues no baja los brazos,
y avanza a paso certero.
Sea de izquierda socialista
Nuevo MAS o MST
Sea del Partido Obrero,
o de ninguno que nombre.
A pesar de lo que dije,
Y las diferencias,
Piba trosca te respeto,
Sos heroicamente bella.
El Gran Sueño
:::: Blog de debate político-ideológico de la Juventud del PTS – Psicología:::: "Para alcanzar el nivel de heroísmo y abonar el terreno de los grandes sentimientos que dan vida, es menester que la conciencia se sienta ganada por grandes objetivos". León Trotsky.
Un debate sobre el humor, el machismo y la lucha revolucionaria contra la opresión a las mujeres.
Tenemos que tener en cuenta que todo tipo de
violencia hacia la mujer, tiene que ser enfrentado por nosotros, hombres
y mujeres. Cada vez que una mujer es humillada y maltratada, este
sistema de opresión se fortalece. El sistema capitalista. Y por ahí
algunos dicen saber popular, dicen siempre y lo repiten que “detrás de
todo gran hombre hay una gran mujer”, nosotras, las mujeres que nos
organizamos con el sindicalismo de base queremos decir que no vamos
detrás de nadie, que estamos en primera fila luchando por nuestro
derechos. Lorena Gentile, trabajadora de Kraft y militante del PTS, Conferencia Nacional de Trabajadores.
Las compañeras del PO, han creado una revista que difunden vía Facebook, a la cual han llamado TROSKOPOLITAN, donde ponen en su tapa a sus propias compañeras rodeadas de títulos “graciosos”, que no hacen más que reproducir la ideología burguesa que supuestamente dicen querer combatir. Las creaciones humorísticas de nuestras compañeras del FIT banalizan al mejor estilo Barcelona la militancia revolucionaria, con el argumento de que tienen la capacidad de reírse de ellas mismas. En una de sus tapas encontramos esto: “XX de psico, sexy, atrevida, soltera, ¿Quién da más?” Qué clase de humor es el que ofrece a una mujer como un objeto y denigrarla a que sus mejores atributos sean: ser sexy y atrevida, ah! Y además, soltera.
Esta clase de humor no tiene nada que envidiarle al bombardeo cotidiano que hay en los medios de comunicación, horas enteras y páginas completas dedicadas a chistes sobre las mujeres, la pareja monogámica, la homosexualidad, la violencia hacia la mujer y tantas otras cosas que son las mismas que reproduce este sistema. Según la sociedad en la que vivimos, las mujeres debemos ser buenas madres, hijas, esposas, amigas, debemos mantener la casa impecable porque ya todas sabemos que la frustración más grande que podemos tener es “que las manchas no salgan”, tenemos que estar siempre esplendidas y ¡basta de hinchazón chicas! Por eso tenemos al alcance de nuestras manos a Activia. Nosotras además debemos ser buenas trabajadoras, estar siempre impecables, maquilladas, por favor que no se noten las arrugas! Y que el paso del tiempo sea solo algo oculto en el DNI. El cuerpo siempre esbelto, la sonrisa siempre presente, siempre dispuestas, siempre atentas, siempre perfectas, siempre, siempre, siempre…
Ellos, quienes reproducen como ideología dominante este modelo de mujer, a la idea de familia heteronormativa y monogámica, quienes dividen a la clase trabajadora entre nativos y extranjeros, quienes ubican a la mujer como un objeto, nos enseñan a reírnos de esa misma condición, quieren que mediante el humor naturalicemos que nuestra condición como mujeres es estar siempre bellas y dispuestas, que pueden comprarnos y que todas nuestras preocupaciones deben pasar por cumplir con esos parámetros, quieren que nos riamos de los bolivianos, de los peruanos, de los homosexuales y lxs trans, de todos aquellos que son distintos a la norma que ellos asignan. Ellos nos imponen que debemos reírnos de nuestra propia condición de opresión.
Lo que para nosotras expresa el humor de las compañeras del Frente de Izquierda es una naturalización y por lo tanto una adaptación brutal a estos estereotipos. El machismo, el individualismo, la homolesbotransfobia, la superficialidad, la xenofobia, la monogamia y tantas otras, son las presiones más reaccionarias que nos rodean por vivir en esta sociedad, hemos crecido empapados por estas normas morales, pero lo que cabe preguntarnos compañerxs es si nosotrxs, los que elegimos la militancia revolucionaria que sentimos asco de la miseria de este sistema, vamos a convivir pacíficamente con esas normas y presiones e incluso las reproducimos porque somos graciosos o vamos a llevar adelante una lucha permanente por combatir esos aspectos, por poner en práctica en la actualidad esa calidad de relaciones que apostamos a que sean la norma bajo una sociedad sin explotados y oprimidos. Como decía Trotsky: “una cosa es la idea política y otra la vida cotidiana. La política es móvil, la vida diaria es estable y recalcitrante.”
No se trata ni de moralinas ni de falta de sentido del humor, saber que las banderas que levantamos están cargadas de lucha y de sangre, de miles de revolucionarixs que pelearon contra todo tipo de opresión nos hace sentir respeto y convicción de seguir ese camino. Es por eso que consideramos que el humor de las compañeras es una banalización brutal de nuestra práctica como militantes, una degradación de nuestra tradición. Nosotros no podemos reírnos de nosotras mismas al mejor estilo burgués, para degradar nuestra militancia ya están ellos! Con estos chistes no hacen más que adaptarse y reproducir esas lógicas además de darle argumentos a quienes llevan una lucha incansable contra nuestras ideas, por eso los propios kirchneristas toman el humor de las compañeras del PO y hacen ellos mismos una tapa de la TROSCOPOLITAN riéndose de los troskistas.
Es nuestra tarea demostrarles que las mujeres no morimos de risa cuando nos dicen puta, cuando nos golpean, no sentimos ganas de reírnos cuando en nuestros puestos de trabajo nos acosan, no nos da risa abortar en clandestinidad, tampoco que haya tantas mujeres secuestradas por las redes de trata, las mujeres no nos reímos cuando tenemos que laburar hasta 14 horas para poder llegar a fin de mes, no nos reímos cuando disfrutar libremente de nuestra sexualidad se vuelve un crimen, no nos reímos de la miseria que nos ofrece este sistema, el humor es otra cosa. Lo que nosotras sentimos es odio y una convicción profunda de que no hay forma de combatir y luchar contra la opresión a las mujeres cuando nosotras mismas reproducimos y por lo tanto avalamos estas formas de opresión. Nuestro humor es ridiculizar la ideología burguesa, nosotros nos reímos de los patrones, de los curas, de su cultura reaccionaria, de las normas ridículas que son “palabra santa”, no de nosotros mismos.
Quienes hace tiempo venimos construyendo el PTS nos consideramos parte de la tradición que dejaron Rosa Luxemburgo, Clara Zetkin, Larissa Reissner, Trotsky, Lenin, y tantxs otrxs revolucionarixs que dejaron sus vidas en esta lucha. Para quienes elegimos levantar las banderas del trotskismo, somos conscientes de que detrás de ellas están escritos los nombres de cientos y miles de revolucionarios que en todo el mundo pusieron de pie las ideas del trotskismo, la lucha por una sociedad sin explotados, la lucha contra este sistema de opresión que mata día a día. Son las banderas de la revolución socialista triunfante de Rusia en 1917, las banderas de los bolcheviques que aun en una Rusia atrasada, arrasada por la miseria, el hambre, enfrentando los ataques externos y combatiendo a los elementos reaccionarios internos se dio lugar a poner en debate el combate a los aspectos más reaccionarios de la sociedad capitalista, el rol que se le dio históricamente a las mujeres, las tareas domésticas, el amor libre, el matrimonio entre personas del mismo sexo dejo de estar penalizado, decretó el divorcio, la crianza social comunitaria y el aborto. Estos avances, estas conquistas que llevan el nombre de los revolucionarios más destacados y de miles de tantos anónimos que dejaron sus vidas en la lucha revolucionaria fueron más tarde arrasados por la burocracia stalinista que acusaba a la política del Estado obrero que había dado lugar a esos avances, como “propaganda pequeñoburguesa anarquista”. Y desde este momento en adelante ya todos sabemos cómo sigue la historia y el retroceso y traición que significo el stalinismo para la clase obrera mundial.
Por todo esto nos preguntamos cual es la tarea de los revolucionarios hoy. Y entendemos que no alcanza con tener programas correctos contra la opresión a la mujeres si en nuestra practica cotidiana no damos una pelea permanente por combatir las presiones de esta ideología burguesa y nos proponemos organizar de manera revolucionaria a cientos de trabajadores y trabajadoras que tomen como propias estas banderas y lleven adelante la lucha por acabar contra todo tipo de violencia hacia las mujeres, por conquistar cada uno de nuestros derechos, por unir aquello que este sistema divide y terminar así con la división en la clase obrera, entre hombres y mujeres, entre laburantes de primera y de segunda.
Esa fue una de las discusiones centrales de la última Conferencia Nacional de Trabajadores que realizó el PTS en Ferro hace poco menos de un mes, que además de darse el lugar para debatir en las comisiones sobre la situación nacional e internacional, la organización que llevan adelante en todo el país los cientos de compañeros que participaron y como seguir la lucha ante las pujas políticas entre la burocracia y el propio kirchnerismo, también pusieron en debate la necesidad de llevar adelante una fuerte agitación política por poner en pie un Partido de Trabajadores sin Patrones y la pelea por Sindicatos sin Burócratas. Pero lo hicimos desde la necesidad de luchar por la unidad de las filas obreras y porque lxs trabajadorxs tomen en sus manos la pelea contra todo tipo de opresión y discriminación. Por eso también se discutió como seguir profundizando la organización de cientos de mujeres en todo el país de la mano de la lucha por los derechos de lxs compañerxs LGTB, como ya lo venimos haciendo. Por todo esto estamos orgullosas de ser parte de la lucha que dan las compañeras en sus lugares de trabajo, como lo hicieron en Kraft cuando un supervisor acosó a una compañera y toda la planta paro la producción hasta que se resolviera sacarlo, ¡esos ejemplos queremos generar por miles! Y que cada mujer en su lugar de trabajo, en su casa, en sus propias vidas se sienta sujeto, que tome en sus propias manos la lucha contra la opresión y que se vuelva eso una militancia consciente y revolucionaria
Creemos que estas son las batallas que tenemos planteadas y así es como nos preparamos los jóvenes estudiantes y trabajadores de la Juventud del PTS.
Altamira: ''Los peronistas nos envidian las minas, las troskas mas lindas''
LAS CONFESIONES DE ALTAMIRA
Altamira y una entrevista distinta.
El precandidato presidencia por el Frente de Izquierda cuenta los "secretos" de su vida. Habla de una vida llena de seudónimos, de su origen polaco, de su pasado, de las mujeres y hasta de Moria, Mirtha y Susana. "Los peronistas nos envidian las mujeres", sentenció en diálogo con Democracia.
¿Sabía usted que la periodista Mónica Jacobs que escribía en uno de los periodícos de la prensa Obrera es en realidad el líder del partido Obrero?
Sí, ese era uno de los seudónimos que Jorge Altamira, mejor dicho, José Huermus, tenía para ocultarse de la mano amenazante de la dictadura. "Quería hacer artículos que no tuvieran análisis político”, se justifica hoy, más de un cuarto de siglo después.
En diálogo con Democracia, el líder del Partido Obrero,que competirá en Octubre, repasa su vida de militancia.
"Entre 1975 y los años noventa firmaba los artículos con nombre femenino, porque nadie iba a imaginar que era yo. Los artículos tenían que ver con temas de tipo cultural, comentarios de cine; recuerdo uno muy doloroso sobre derechos humanos", recordó Altamira, que también contó la historia del seudónimo con el que se lo conoce hace casi medio siglo.
"Hace 47 años que firmé por primera vez con el nombre Jorge Altamira. Una vez entregué un artículo y me gritaron “Ché, te olvidaste la firma”. Por esas cosas de la vida, me vino a la cabeza Minguito y casi firmo Altavista. Después pensé “me van a cargar” y lo cambié por Altamira. Es un derivado de Minguito", reveló.
José Huermus. Así se llama en realidad Altamira "Mi diploma como diputado es Jorge Altamira. Resultó así, en el 85 ya hacía 20 años que era conocido como Jorge Altamira y entonces me propusieron por primera vez ser candidato a diputado. Luego de un debate en el partido, nos presentamos a la jueza electoral y ella consideró válido que me presentara como Jorge Altamira".
"Mis padres eran polacos y mi familia era muy, muy pobre. Cuando nacieron todos mis hermanos éramos seis en una pieza de por cuatro. Vivíamos en un inquilinato de Anchorena y Córdoba, donde ahora está la plaza", recordó con añoranza sobre su pasado, del cual afirma sentirse "muy orgulloso".
Altamira, que habla Inglés, francés, italiano, portugués, idish, cuenta que en polaco "Perón" significa andén. "vas en Polonia a las estaciones de trenes y ves perón uno, perón dos, perón tres", contó de manera pintoresca.
Altamira se confesó "sentimentalmente expectante" . Además contó que un hermano suyo "es un hombre muy importante del Partido de los Trabajadores de Lula da Silva".
"Las chicas más lindas están en el campo popular", aseguró Altamira y sentenció "Los peronistas nos envidian las chicas".
"Yo lo veo con nuestros adversarios políticos, nos envidian a nuestras compañeras", aseguró medio en broma medio en serio. "Yo salía hace mucho con una estudiante de medicina y a los de la Juventud Peronista se les iban los ojos, y yo les decía: “Bueno, están con nosotros estas minas”, se jactó.
"Si les preguntás te van a decir: “Con el Partido Obrero tenemos grandes divergencias, pero qué minas… (risas)”. “Intelectual y humanamente las militantes de izquierda son fantásticas”, elogió pero negó que sean menos prejuiciosas: "Son más abiertas intelectualmente, son menos prejuiciosas, pero no encontré nunca una chica de izquierda que tuviera una actitud de falta de respeto hacia sí misma. O hacia sus sentimientos", sentenció.
Incluso, el líder del Partido Obrero se hace un rato para hablar de Marcelo Tinelli y sus chicas: "A mí me gustan las minas que son minas, viste, y una mina no es mina simplemente porque tenga dos glúteos fenomenales. A mí lo que me la hace parar son los ojos. No es que tenga que tener 90, 60, 90, es una cosa más espiritual", explicó.
Altamira ya es un personaje pintoresco. Desde que Jorge Rial inició la campaña "Un Milagro para Altamira" que ayudó al más de 2% que lo votó en las primarias, Altamira quedó muy cerca del ciudadano común. El Partido Obrero obtuvo más de 500.000 votos y logró pasar el piso exigido para presentarse en las elecciones de octubre. La repercusión se nota en la calle.
No son pocos los que lo saludan, le dan su aliento y le juran y perjuran "yo te voté". Altamira disfruta de ese "cariño popular" y lo cristaliza en una opinión cada vez más escuchada. "La oposición dice boludeces", aseguró, sin pelos en la lengua.
"Creo que la oposición tiene un planteamiento político muy claro que el pueblo le va a rechazar, que es el ajuste, aumentar las tarifas que el pueblo trabajador va a pagar. No pueden decirlo en la tele porque los matan, entonces van con candidatos como Prat Gay, González Fraga, todos los que proponen eso. Pero como no lo pueden decir, dicen boludeces. La gente intuye que hay algo raro, y lo peor que te puede pasar es que la ciudadanía intuya que hay algo raro y que venís contra ellos", consideró.
Por otro lado denunció que "La Presidenta también va a hacer el programa de la oposición. Ya empezó con el aumento de las naftas, aumentos de precios. Pero se mantiene inflexible con el discurso contrario, guiña por izquierda y golpea por la derecha", advirtió.
También opinó sobre el sector agrario: "La derrota del gobierno en el Congreso con el voto no positivo de Cobos significó que el esquema impositivo para el campo quedó como estaba y los precios siguieron subiendo. La economía agraria se disparó, no solamente con el aumento del precio de la soja. En realidad, al Gobierno lo salvó Cobos. Ese voto no positivo fue la salvación de los Kirchner, porque si los Kirchner triunfaban, la burguesía agraria los volteaba", consideró.
Para finalizar, Altamira volvió a la frivolidad y, habló de Mirtha, Moria y Susana, las tres grandes Divas argentinas.
"Fui tres veces a almorzar con ella", aseguró sobre Mirtha y adelantó: "Si Susana me quiere en una entrevista política, sí. Por ejemplo, en una ocasión me entrevistó Moria Casán en el programa de televisión “En la cama con Moria”. Yo dije: no importa que esté ligera de ropas, pero ¿va a ser una entrevista para un militante político? Me dijeron que sí. Fue muy positivo, en mi opinión. Una cosa que le admiré a Susana es una entrevista que desarrolló en un inglés impecable. Susana Giménez habla un maravilloso inglés, no la considero bruta. A lo de Susana voy seguro", concluyó.
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servicio de construir un partido político obrero revolucionario
unificado junto a un movimiento de masas unitario para las las luchas
concretas del presente y la 2da Independencia Latinoamericana y de las
Neocolonias, la Nueva Colombia Socialista y la Revolución Socialista
Mundial en el siglo 21.
Respuesta de una mujer socialista al artículo de opinión: “TROSKOS DE M...”
Estadio-Cancha de Atlanta (Argentina), 20.000 personas, Acto del Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT), “Mariano Ferreyra, viva tu lucha obrera y socialista”, 2016.
Escrito por: Fiona Sedova, Ciudad de México, 25/7/2017.
I. Elogio
*Al 7mo Aniversario del asesinato del compañero Mariano Ferreyra.
Aviso previo: recomiendo al lector de estas líneas remitirse primero y tomarse unos minutos previos para leer con calma o prisa, el fabuloso artículo digital en mención “TROSKOS DE MIERDA” (23/10/2016) del columnista Mariano Schuster en la Revista Panamá[1]. También la entrevista radial que dió para la Radio Pública Luján. Una maravilla.
Aquí los links directos: http://panamarevista.com/troskos-de-mierda/ https://archive.org/details/MarianoSchuster
Desde su publicación, el año pasado, hasta la fecha, confieso haber
leído más de una vez el susodicho artículo, al derecho y al revés, de
ves y envés, desprevenida y atenta. Con serenidad racional y
autocrítica. Algo de perplejidad y elogio crítico, dejándome seducir,
hasta se me aguaron los ojos. Efusivas y maliciosas sonrisas y varias
emociones humanas, tales como el orgullo de ser una mujer y joven
activista anónima internacionalista más y de base –no gaucha, aclaro– de
ellos.
Soy mexicana de nacimiento, pero como toda socialista
internacionalista del mundo, no tengo “patria”. Hace tiempo me di
cuenta, que los pobres y proletarios no tenemos patria. Pero también he
reconocido el espíritu antiimperialista antiyanqui de los pueblos
oprimidos, entre ellos, el mío.
A secas: ¡Soy una troska de mierda más, caminante en el mundo! Estar
metida en esto, hace un lustro, en realidad muy poco, pero con la
madurez racional y autónoma de permanecer hasta el final de mis días y
de mi corta vida. Eso espero y por eso lucharé, por la victoria de
nuestra clase laboriosa. El camino socialista es por aquí. No hay duda.
Por eso, decidí hacer esta respuesta tardía in extenso, que
hace las veces de réplica democrática y que seguramente perderá
audiencia en razón de su extensión. No importa. No tengo la virtud
sintética de Schuster.
El texto fue escrito por el periodista reformista argentino de origen
judío, Mariano Schuster, Editor de la Revista Latinoamericana de
Ciencias Sociales Nueva Sociedad, financiado por la Fundación
Friedrich Ebert (presidente de la República de Weimar de 1919 que
asesinó a los revolucionarios marxistas, Rosa Luxemburgo y Karl
Liebknecht), de los socialdemócratas alemanes y los capitalistas.
Jefe de Redacción del Diario La Vanguardia, órgano oficial del viejo partido socialdemócrata argentino del PSA (“Partido Socialista”), nacido en 1896 hasta nuestros días, muy al estilo europeo y afiliado a la podrida “Internacional Socialista”,
neoliberalizada y en crisis la gran mayoría de sus partidos
institucionales miembros. El PRI mexicano del represor Peña Nieto (Pdte)
es uno de ellos.
El PS es un partido (pequeño burgues o más bien patronal; no lo sé)
que en el último periodo ha sido disidente “independiente” y vergonzante
en varios aspectos del gobierno “nacional y popular” de los Kirchner
(2003 – 2015), hoy reemplazado por el gato Macri, aliado vasallo de
Trump, como antes Cristina lo fue con Obama.
Con ello cumplo con aquello inicial que dice Mariano S., en su artículo: “[Los trotskistas] [t]ienen una posición crítica para cada intelectual. Reformista, desviacionista, revisionista, pequeñoburgués, cientificista”.
En nuestra jerga marxista se llama: caracterización. Desde donde te
habla alguien. Qué posiciones de clase e ideológicas defiende la
persona.
En todo caso, quien lo escribe es un “no trotskista, hablando de los trotskistas”. Ni siquiera se trata de un “filotroskista”,
como dicen los stalinistas para desprestigiar a todos aquellos quienes
pueden concordar con algunas de nuestras propuestas y recorrido o salir
en nuestra defensa democrática, ante una arremetida de clase o
calumniosa.
Además de ello, es un texto dirigido, secundariamente a todo el “público anti trotskista”
(burlones, matoneadores, oponentes y enemigos declarados y de segundo
rango) del activismo de la izquierda reformista y la derecha, los
capitalistas y sus agentes directos e indirectos.
Primordialmente, para las personas que aún no han tenido la dicha de
interactuar y de conocerlos, pero se basan y reproducen los prejuicios y
perjuicios, calumnias e injurias, palabrería y chismerío, de los
primeros: “Sus enemigos se cuentan a millones: estalinistas,
capitalistas, reformistas y pequeño-burgueses. Los han acusado de ser un
invento de la CIA, de formar parte del lobby judío, de dividir al
movimiento popular. No importa de quien se trate: el trosko es el
enemigo. Ellos, simplemente, resisten”.
Trotsky hablaba del “ justo odio [de clase burgués,
pequeñoburgués y burocrático] de los stalinistas, de los
social-demócratas, de las liberales burgueses y de los fascistas”, hacia
el bolchevismo, el socialismo revolucionario. Un odio por divergencias
estratégicas de clase, sin demeritar los errores sectarios en que hemos
incurrido. Véase y pregúntese: “¿Por qué la hostilidad de la izquierda
hacia Trotsky y los trotskistas?”, Vicente Mellado, Izquierda Diario, 10/5/2017).
Ello, sin demeritar la sátira política y la crítica democrática y constructiva, con argumentos. “La
izquierda tiene que ser crítica…Uno tiene que poder de reírse de su
propia tradición…es la base para no tomarse tan en serio, me parece que
la mejor base para tomarse en serio al final”, dice para la radio
M. Schuster. Nahuel Moreno, tiene varios chistes autocríticos, sobre el
movimiento trotskista, no para denigrar, sino para hacerlo avanzar y
superarse.
Dice el autor: “Con mayor o menor gracia, los chistes hablan más de quien los hace que de quien los recibe”. “Aunque
parezcan raras avis, [los trotskistas] no son distintos a usted y a mí.
[Son seres humanos normales, como usted o como yo. Además de ello: son
revolucionarios]. Ellos también sonríen y aman. Bailan y beben. En
definitiva, viven. Ellos quieren creer y creen”.
“[E]sos seres extraños que parecen dispuestos a todo por la
revolución. Son rojos acostumbrados a perder y a luchar…obstinados y
trágicos. Suelen tomarse en serio lo que dicen y lo que hacen. A veces,
demasiado en serio…A veces, parecen soberbios [algunas
veces, caen en ese error]. Otras, poéticos [y fraternales]…Están para
cambiar el mundo, y no parecen querer parar hasta conseguirlo… Están
siempre ahí, alertando que todos los males provienen del sistema. Que
no se puede luchar contra una parte si no se combate el todo…En la vida
no hay que andar con eufemismos…Se movilizan por cada guerra y anuncian
la inminente caída del capitalismo…Hablan de la revolución social. Alzan
los puños y las banderas rojas. Marchan por y con los obreros”.
Así fuimos, somos y seremos, eso sí, corrigiendo nuestros errores.
Juntos y unidos, con muchas corrientes progresivas y las masas obreras y
populares movilizadas (pues no somos miopes ni creemos ser los únicos
revolucionarios del mundo) hasta acabar por fin con el imperialismo y
construir el socialismo mundial, caso contrario, perecerá la
civilización humana y se deteriorará el planeta.
Paradójicamente, el autor busca elogiar nuestra tradición socialista, “una tradición insultada y burlada”, en una palabra: vilipendiada.
Pero, al no ser parte de ella, llueven aquí y allá, críticas cómicas,
mensajes clichés y cosas light reformistas, el tono patético y
romántico, derrotista, varios sin-sabores, con fines loables y, otras,
no tanto, sino absolutamente todo lo contrario.
Mariano Schuster se declara “marxista escéptico”, místico judío, que cree que “al final…el mal va a triunfar sobre el bien”, que vamos a perder, por eso habla de la “actitud de los derrotados”.
Suena mucho al pesimismo mesiánico de otro judío alemán muerto por un
suicidio inducido por el fascismo: Walter Benjamin. Algo inadmisible
para un materialista dialéctico, un científico o revolucionario
militante.
Schuster descree de las victorias de los trabajadores, su sindéresis y
resiliencia, en la capacidad reponerse y que puedan volver a vencer, la
dialéctica histórica de la lucha de clases sobre los triunfos-derrotas
de la clase obrera mundial. No se le puede pedir mucho a un intelectual
reformista, sea este honesto o no. No se puede esperar que un árbol que
da limones verde amarillentos, progres, arroje frutos rojos,
bolcheviques, radicales. Ni más faltaba.
Aun así, es un texto democrático. Hasta humanista. Con un buen estilo
literario, elogioso con dosis cómicas e incitación a la reflexión
crítica. En palabras del autor en un tuit del 20 y 21 de octubre del
2016: “Escribí sobre Mariano Ferreyra y sobre los troskos.
Con respeto a su tradición y a su lucha. Con dignidad”. “Hace 6 años el
sistema se llevó puesta su vida con el brazo armado de la burocracia
sindical. Respeto. Honor. Dignidad”.
“No es lo mismo burlarse de [Carlos] Menem [ex Presidente de
Argentina] que Mariano Ferreyra, no es lo mismo, la burla, o la risa, o
el humor, frente a militantes populares, que a políticos [capitalistas] o
defensores del orden establecido”, dijo en la Radio pública.
Desde la lejanía geográfica y la antípoda política, un abrazo
fraternal y beso para ti, Mariano S. Una respuesta que va, no tanto para
ti, sino para la gente que deseamos ganar para nuestra lucha. Me
entenderás. Gajes del oficio (guiño).
En la entrevista la Radio Pública Luján, dijo al locutor, Mariano Schuster:
“Estaba un poco preocupado, o me preocupa últimamente, el cinismo
generalizado que hay en las redes sociales. También en el periodismo de
opinión en general. Y sobre todo la crítica que hay hacia ciertos
sectores de la izquierda, que a mi me parece que es bastante injusta.
Con el trotskismo me parece que es incluso, exageradamente injusta…Hay
una actitud como la cual hay que ser políticamente incorrecto…el
problema es cuando el cinismo se convierte en una herramienta que no
permite construir crítica para avanzar, sino se convierte en una
herramienta conservadora o defensora de lo que hay”.
“El trotskysmo tiene una actitud ética [ante la vida y el
sistema] muy importante…esa actitud es maravillosa, la capacidad de
luchar no solo contra con los males del sistema sino también contra la
degeneración de las propias causas [de la izquierda], me parece que es
fundamental para un militante de izquierda, me parece que ellos siempre
lo han mantenido vivo…creo que eso es lo que le diferencia a muchas
izquierdas, sobre todo frente a las reformistas”.
“A mí me interesa más el trotskismo que Trotsky, como fenómeno,
porque me parece que tiene una tradición de lucha, histórica, cultural,
teórica, política, muy importante…es una tradición riquísima, tanto de
historia de lucha, como en conceptualizaciones teóricas…lo que me parece
interesante, es el trotskismo como actitud de conservación de la
pureza, del bien, de lucha por unos ideales, de mantenerlos firmes”.
“Incluso de ser capaces en algunos casos de ser críticos con los
propios dirigentes, eso me parece central, no se encuentra en otras
expresiones de izquierda, lo digo porque conozco otras expresiones,
incluso colaboro con muchas de ellas, no es tan común la actitud…yo creo
son militantes honestos, la mayoría de ellos, que se suman a las
organizaciones, que les duele la realidad…en ese sentido yo siempre creo
más en los militantes de base que en las dirigencias”.
“Inhabilitar el discurso del otro…quienes estaban
enfrentando a la burocracia sindical de la Unión Ferroviaria, con José
Pedraza a la cabeza, eran los trotskistas, y quienes los estaban
defendiendo, a la burocracia sindical eran expresiones que también se
reivindicaban parte de la izquierda, en este caso nacional-populares,
también hay que ver quién critica”.
El inicio y cierre del texto, termina con una mención al soldado
joven de su causa, el joven universitario militante del Partido Obrero y
estudiante de Historia de la UBA (Universidad de Buenos Aires), de la
que era dirigente gremial, asesinado a bala hace unos años por una
patota de la burocracia sindical patronal mientras asistía a un mitin de
solidaridad con los ferroviarios tercerizados: Mariano Ferreira.
Símbolo de la lucha contra la precarización, la tercerización laboral a
la juventud trabajadora y la burocracia en los sindicatos, por la unidad
de los trabajadores.
Por supuesto, para nuestros detractores, los troskos no tienen
mártires, ni víctimas que llorar, ni nada humano, solo muñecos autómatas
e idiotas útiles, “funcionales a la derecha”, para morir de risa y festejar, por sentimientos patéticos.
Toda una lección nos da el periodista Mariano Schuster, sobre todo, en estas épocas de decadencia moral: “Mariano Ferreyra era trosko. Si no lo hubiesen asesinado, algún idiota se estaría burlando de él”.
La dedicatoria del autor va para Esteban Sargiotto y Lucas Malaspina,
dos colegas y periodistas argentinos suyos, uno de ellos, amigo de
Mariano Ferreyra[2]. Un disco de homenaje de rock y variado fue hecho en su memoria: CUERPO: Canciones a partir de Mariano Ferreyra (2012)[3]. Allí tocan Las Manos de Filippi. También la película independiente y dramática: Quién mató a Mariano Ferreyra (2013), que se puede ver por YouTube.
Mariano era un joven socialista y luchador, normal, como tú y yo. Un
trosko más…entre miles, dando su vida por la causa, en este centenario
de lucha, “[d]esde hace casi cien años, parecen francamente hinchapelotas. Tienen esperanzas” de luchar y vencer.
Sueños obreros por un mundo mejor y nuevo. Pues nacimos de las
entrañas y volcán de la revolución bolchevique, nuestra primera
revolución, pues no éramos un elemento ajeno al bolchevismo-leninismo,
sino su sustancia y continuación, el stalinismo fue su deformación.
No se puede decir que cien años después seamos dinosaurios
anquilosados, todo lo contrario, somos jóvenes y frescos, como el
proyecto socialista, siempre vigente y rebosante. No en vano este año
sale la película alemana El joven Marx (Der Junge Karl Marx)[4] del director Raoul Peck. Marx ha vuelto (2014).
II. Aciertos
Empecemos por algunas cosas que pudiéramos llamar positivas y reflexivas.
“Detrás de ellos, hubo [¡hay!] militantes obstinados y valientes. Enfrentaron dictaduras y terrorismos de Estado”. En
las dictaduras de derecha Videla, Pinochet, los Milicos brasileros,
Franco, Hitler, Mussolini, Somoza, Mubarak-Morsi, Ben Ali, Assad,
Erdogán, hubieron abnegados luchadores revolucionarios, trotskistas, que
dieron su vida, fueron represaliados, exiliados, por tumbar estas
lacras de gobiernos burgueses. De los gobiernos de “izquierda”, ni se
diga.
“Defendieron causas perdidas cuando lo único perdido era la
realidad. Mientras las izquierdas estalinistas y nacional-populares
callaban los crímenes de la burocracias – fueran estas soviéticas,
cubanas o chinas – ellos levantaban su voz para denunciar, a la vez, los
males del capitalismo y la degeneración de los comunistas”.
“Los troskistas conservan la pureza del bien [de los principios y
la independencia de la clase obrera]…que los hacen muy
interesante…cuando la URSS invadió Hungría en 1956, ellos estaban a
favor de los húngaros que estaban en contra del poder comunista, en la
Checoslovaquia de 1968, ellos se ponen a favor de los antisoviéticos, de
los que querían un socialismo más humanista, pero a la vez luchan
contra el capitalismo”, dijo en declaraciones a la Radio Luján.
No en vano, Schuster cita como epígrafe central la obra Humanismo socialista contra totalitarismo, del
bolchevique, un tanto centrista y luego renegado, Victor Serge. No lo
he leído, pero vale la pena hacerlo, que lo hagamos, más en este
centenario.
Trotskismo o marxismo revolucionario es sinónimo de lucha obrera
combativa y consecuente por el socialismo mundial, contra el
totalitarismo capitalista de derecha y burocrático de izquierda,
cualquier burocracia antiobrera, que atente contra la democracia obrera y
los intereses materiales y derechos de los trabajadores y los
oprimidos. “Troskos de mierda” y su sinónimo “zurdos de mierda”,
fueron y son históricamente los epítetos usados por los fascistas y
capitalistas en el poder y las burocracias sindicales y gremiales.
“No somos un partido como los demás. No en vano la reacción
imperialista nos persigue furiosamente. La camarilla bonapartista de
Moscú la provee de asesinos a sueldo. Nuestra joven Internacional ya
tiene muchas víctimas. En la Unión Soviética se cuentan por miles. En
España por docenas. En otros países por unidades. En este momento los
recordamos a todos con gratitud y amor. Sus espíritus continúan la lucha
entre nosotros. Los verdugos, llevados por su estupidez y su cinismo,
creen posible atemorizarnos. ¡Se equivocan! Los golpes nos hacen más
fuertes”[5],
dijo Trotsky, poco antes de su muerte y cometerse uno de los crímenes
políticos más famosos y miserables de la historia moderna, contra un
socialista, contra un revolucionario marxista.
Los trotskistas, llamados leninistas-bolcheviques, en la extinta URSS
de hace 100 años, lucharon incansablemente contra la burocratización
del primer estado obrero y del partido que ellos ayudaron a forjar, el
partido bolchevique. Hubo un genocidio político y social. Cuestión
corroborada por el historiador Pierre Broué y diversos estudios
históricos.
En los Juicios de Moscú, las masacres del Gulag y Vorkuta, cayeron in
inúmeras víctimas de la Oposición de Izquierda y el movimiento obrero,
que seguía las consignas trotskistas por: aumento de salario y cese de
privilegios para la burocracia estatal, mayor democracia sindical y
soviética, política exterior y diplomacia internacionalista,
industrialización, etc.
Lo mismo ocurría en Cuba, los trotskistas que participaron en el
Movimiento 26 de Julio y que quisieron profundizar la revolución
socialista, a nivel interno y por toda Centroamérica y Latinoamérica,
les fue ilegalizado su partido, por la burocracia cubana. Los que
condenaron abiertamente la masacre de Tian an men, de la burocracia
china, y hoy denuncian la sobre explotación del falso Partido Comunista
de China y Cubano. Son muchas las experiencias de lucha.
“Tienen sobre sus espaldas el peso de su derrota. De todas las derrotas”,
de todas las derrotas de la clase obrera, antes y después de haber
llegado al poder. 25 años atrás, de la restauración capitalista de 15
estados obreros, por culpa del stalinismo, los sepultureros de la
revolución socialista. De todas las revoluciones abortadas,
traicionadas, desviadas o quedadas en su “etapa democrática”, las más
recientes: la Primavera Árabe y las Revoluciones Antineoliberales
latinoamericanas.
La clase obrera mundial, no ha triunfado, porque no ha tenido una
dirección revolucionaria mundial obrera y consecuente, es decir,
trotskista o, a lo sumo, trotskizante, centrista. Las derrotas de los
trabajadores son nuestras derrotas. Incluido la inmadurez organizativa
política, es decir, subjetiva, del movimiento obrero y su correlato
partidario.
“A diferencia de otras izquierdas, ellos son internacionalistas.
Así haya dos o tres de ellos en el rincón más lejano del mundo, lo
considerarán un compañero. En sus casas suele haber un colchón para el
forastero…”. Esto es totalmente cierto y hasta nuestros enemigos lo reconocen.
Bien decía Moreno en Qué es ser trotskista hoy (1986):
“[Es] el único consecuente con la realidad económica y social
mundial actual, cuando un grupo de grandes compañías transnacionales
domina prácticamente toda la economía mundial. A este fenómeno
económico-social hay que responderle con una organización y una política
internacional.
En esta era de movimientos nacionalistas que opinan que todo se
soluciona en el propio país, el trotskismo es el único que dice que sólo
hay solución al nivel de la economía mundial inaugurando el nuevo
orden, que es el socialismo. Para eso, es necesario retomar la tradición
socialista de la existencia de una internacional socialista, que encare
la estrategia y la táctica para lograr la derrota de las grandes
transnacionales que dominan el mundo entero, para inaugurar el
socialismo mundial, que será mundial o no será.
Si la economía es mundial tiene que haber una política mundial y
una organización mundial de los trabajadores para que toda revolución,
todo país que hace su revolución, la extienda a escala mundial, por un
lado; y por otro lado, cada vez le dé más derechos democráticos a la
clase obrera, para que sea ella la que tome su destino; en sus manos por
vía de la democracia.
El socialismo no puede ser nada más que mundial. Todos los
intentos de hacer socialismo nacional han fracasado, porque la economía
es mundial y no puede haber solución económico-social de los problemas
dentro de las estrechas fronteras nacionales de un país.
A quien hay que derrotar es a las transnacionales a escala mundial para entra en la organización socialista mundial”[6].
Prosigue Nahuel Moreno, diciendo en una conversación grabada con jóvenes estudiantes de su partido:
“Hoy día los internacionalistas somos una ínfima minoría en el
movimiento de masas mundial. Los trotskistas somos los únicos que
reivindicamos la necesidad indispensable de contar con una organización
sindical y una organización política internacional, un partido mundial
centralizado.
Hace setenta u ochenta años todos los obreros de vanguardia
reivindicaban la internacional. En la Primera estaban los anarquistas,
los marxistas, los proudhomistas, los tradeunonistas ingleses. Cuando se
fundó la Segunda, todas las corrientes del movimiento obrero menos los
anarquistas participaron en ella. No es que los anarquistas hubieran
dejado de ser internacionalistas, simplemente siguieron en la “Primera”.
El estalinismo quebró esta tradición a la vez que elabora la
teoría del socialismo en un solo país. Según ellos, la URSS derrotaría
al imperialismo en la competencia económica; por lo tanto, no se
necesitaba un partido mundial para elaborar el programa y las tácticas
del movimiento obrero. Jrushchov decía que en veinte años el poderío de
la URSS superaría al de Estados Unidos.
Esta ideología provocó un salto hacia atrás en la conciencia del
movimiento obrero, que retrocedió de golpe al periodo anterior a la
revolución de 1848 y la aparición del Manifiesto Comunistas.
En pedagogía se llama analfabeto funcional a la persona que
aprendió a leer y escribir en la escuela primaria y luego perdió ese
conocimiento por no ejercitarlo. Podemos decir que el movimiento obrero
mundial sufre de analfabetismo funcional en el terreno del
internacionalismo proletario debido al estalinismo. El partido mundial,
la única herramienta política que puede derrotar al imperialismo,
aparece ante la vanguardia obrera como una idea utópica, peregrina, una
expresión de deseos.
La principal base de sustentación de la teoría del socialismo en
un solo país se ha revelado falsa, puesto que los Estados obreros no han
podido alcanzar al imperialismo en el terreno del desarrollo
tecnológico y la producción. Por esa vía, entre otras, se confirma una
vez más que la herramienta indispensable para liquidar el capitalismo no
es la competencia tecnológica y económica de los Estados obreros con el
imperialismo sino el partido mundial, la internacional, que enfrente
políticamente al imperialismo, movilizando a los trabajadores de todo el
mundo. Mejor dicho, se requieren dos internacionales íntimamente
ligadas: una sindical y otra política”[7].
Por eso la urgencia de una nueva internacional, democráticamente
centralizada, tras la liquidación de Stalin de la III Internacional de
Lenin y Trotsky, como un favor a Churchill, Roosevelt y el imperialismo
europeo. No federación o encuentros de partidos, organizaciones o
movimientos, tipo Foro Social Mundial, Secretario Unificado, EIPCO y
demás pifias.
No. Hay que construir una nueva internacional obrera y socialista, de
partidos revolucionarios, con organismos de dirección supranacionales,
una política mundial y aplicación dinámica y autónoma nacional. La
Cuarta Internacional que entró en crisis está disuelta, pero hoy hay un
puñado de corrientes internacionales trotskistas[8],
con decenas de miles de militantes y simpatizantes, entre ellas, la
LIT-CI, que luchan por una reconstrucción estratégica de la IV y,
algunos, de su superación revolucionaria.
¡Tengan cuidado, capitalistas y reformistas, que están creciendo los
socialistas y vencerán! ¡Los muertos que mataste, gozan de buena salud!
Continuemos. El articulista, refiriéndose al reformismo, dice al respecto, lo siguiente:
“Sus detractores suelen esconderse detrás de la realpolitik.
Tienen razón pero es imposible…Cuando sus enemigos moderados llegan al
gobierno no nacionalizan la banca ni expropian tierras. No hay reforma
agraria ni democracia sindical. Los que decían que no se puede, ni
siquiera lo intentan…Las izquierdas moderadas o nacionalistas
los acusan de “hacerle el juego a la derecha”. Y ellos les responden: La
derecha también son ustedes…[todas las variantes patronales son la
derecha] Acusan a sus enemigos de antiobreros…Tachan de tibios a los
izquierdistas rosados”.
El reformismo del progresismo latinoamericano, hoy en caída libre y
crisis, el neoreformismo europeo, de los podemitas y Syriza, Bloque de
Izquierda Portugal, son la prueba más absoluta de que ellos son una
izquierda pro-sistema, los soportes del mismo, en muchos casos, de
reformistas sin reformas, pues, al decir de Trotsky: “la burguesía retoma cada vez con la mano derecha el doble de los que diera con la izquierda”. La crisis económica y de austeridad, lo muestran.
“No transigen ni tranzan. Si reprime Cristina, alzan su voz. Si reprime Macri, también”. No
sólo en Argentina, Brasil o Francia, donde hay mayor influencia
trotskista, bien limitada, sino también en todo el mundo. Luchan contra
todo gobierno burgués, sea neoliberal, populista, fascista.
Contra Dilma y Temer y la demagogia corrupta de la vuelta de Lula y
el PT, odiado por la clase obrera. Contra Hollande y Macrón. Contra
Chávez y Maduro, la boli burguesía, y la MUD, la burguesía caraqueña
blanca y pro yanqui. Contra Correa y Lenin Moreno. Contra Zapatero y
Rajoy, PP-PSOE, la misma vaina son, defensores del régimen monárquico
españolista y neoliberal. Contra Felipe Calderón y la rata de Peña
Nieto. Contra Uribe y Santos y farsa que se viene de la “transición” de
la paz…neoliberal.
Todos estos bloques interburgueses son enemigos de la clase obrera,
son gobiernos patronales, más allá de sus matices y variantes de
regímenes políticos que use la burguesía para gobernar. Luchar por la
revolución socialista, es luchar por un gobierno obrero y popular, que
derrumbe a nuestros actuales gobernantes en más de 174 países del mundo.
Como dice la Historia de la LIT-CI, escrita por la encomendada Alicia Sagra, en el 2008: “La
defensa de la independencia de clases frente a todos los gobiernos
burgueses, incluidos los de Frente Popular o populistas. No los apoyamos
ni tampoco a sus medidas [reaccionarias] y somos oposición de todos
ellos”.
Prosigue el autor: “En sus filas hay psicólogos, abogados,
torneros, masajistas y lustrabotas. Cada cual cree en lo suyo:
Psicología y lucha de clases, abogacía y lucha de clases, tornos y lucha
de clases, masajes californianos y lucha de clases, lustrabotas y lucha
de clases. Para ellos hay una lucha y hay que posicionarse: tienen
claro su lugar”[9].
En el trotskysmo, como en toda corriente reformista o revolucionaria
de izquierda, hay activistas obreros y asalariados medios,
pequeñoburgueses, y en ínfima medida, de burgueses, en cuanto su
extracción social de clase y oficios atañe.
Ello a pesar de que, a la fecha, no hayamos alcanzado un nivel óptimo
de proletarización e inserción social en la lucha de los trabajadores
–seguimos, presos, desigual y combinadamente, en el problema (agudo) de la marginalidad, es un hecho, el reto del siglo XXI, es tener influencia de masas y tomar el poder, dicho en otras palabras: es crecer sin degenerar, para cambiar el mundo–.
El trotskysmo ha hecho lo posible e imposible por cerrar el puente
entre el programa de transición y las masas, superando la marginalidad:
entrismo en organizaciones reformistas, fusión con organizaciones
centristas progresivas y entre corrientes, proletarización social sin
atajos, participación activa en los conflictos y contra el
propagandismo, análisis y planes de construcción lo más objetivos
posibles y científico, etcétera. Pero hasta ahora, ha fallado, ¿por
qué…?
Pese a todo ello, un rasgo que nos distingue y diferencia de toda la
izquierda…del reformismo, es la independencia de clase obrera de nuestro
programa, nuestras propuestas políticas y económicas, nuestras tácticas
y alianzas y unidades de acciones, en la lucha de dos clases
antagónicas y el imperialismo, con intereses diametralmente opuestos.
Por ello, el o la trotskista, se ubica y aferra subjetiva y
prácticamente en todos los conflictos en la orilla de clase de los
trabajadores y los oprimidos, independiente de la extracción social del
trosko, que no pocas veces, hay que decir, por fidelidad a la verdad
histórica, influye negativamente en su languidez y capitulación, pues no
es la conciencia sino las condiciones materiales, los que determinan la
vida y la conciencia misma. De ahí la pelea por la composición social
proletaria de los partidos y la mayoría obrera de las direcciones, más
allá que puedan haber intelectuales precarios o prosperos pero honestos
con la causa de la clase.
Somos de las pocas corrientes que seguimos creyendo con Marx, no
porque lo haya dicho él sino porque es un planteamiento científico, de
que: “la liberación de los trabajadores, será la obra de los trabajadores mismos”. No
la clase media y el pueblo genérico. No los intelectuales. No una
vanguardia armada. Sino ellos, nuestra clase, con sus organizaciones
sociales de masas y su partido obrero revolucionario, que no se
autoproclama, sino que se forja y se pone a prueba en la lucha de
clases, en la lucha de masas y política en la unidad – enfrentamiento y
lid a muerte con otros partidos obreros (en plural), burgueses y
burgueses.
“[T]ampoco olvidan que la revolución no depende de un hombre y que no pudieron aniquilar nada”.
Los trotskistas, creemos en el rol de los individuos y las
personalidades históricas, en la historia. Trotsky, maestro del
proletariado y segundo dirigente de la Revolución de Octubre y la III
Internacional, además de la revolución de 1905, murió hace mucho, 77
años atrás, Marx hace más de 134 años, Lenin 93 años, Moreno hace 31.
Triste, pero muy cierto y materialista: los muertos, muertos están y
no se pueden revivir. No creemos en la resurrección ni en el cielo supra
mundano. Que los muertos entierren sus muertos. Dejémoslos en paz y no
los usemos demagógicamente. Que los vivos continúen su obra. Ya ellos
hicieron su parte, ahora nos toca proseguirla.
No hacemos culto idealista a la personalidad de Trotsky, como cree
equivocadamente y caricaturiza el articulista Schuster, tal que equis
autor, tenga todas las respuestas a todos los problemas del ayer, el hoy
y el mañana, como un “Jesús”.
Los “teo-troskistas” de iglesia, no son trotskistas sino idealistas
pequeñoburgueses con espíritu de secta con sus ídolos. Por ello Trotsky
rechazó que la burocracia embalsamara el cuerpo de Lenin, lo momificara.
Los trotskystas somos ateos materialistas, no tenemos ningún Dios
terrenal o supra. Como dialécticos que somos, sabemos hacerle críticas a
los maestros del proletariado, a sus errores teóricos y prácticos, lo
mismo a nuestras dirigencias, de los cuales, la represión
obrera-bolchevique a la Rebelión de Kronstadt[10], por el terror rojo[11], en la guerra civil rusa, no cuenta como una.
Tiene razón el autor cuando dice: “ciudadanos que apenas saben quién fue Stalin y quien fue Trotsky…”.
Lo importante es en últimas el legado programático y de su método
científico, memoria histórica, de León Trotsky, para la lucha
contemporánea de los trabajadores y pueblos. Nada más. Cuando los
trabajadores tomen el poder, le reivindicarán a él y a los nuevos
revolucionarios bolcheviques de temple y dirigentes de la clase y
líderes democráticos, que está forjando las Revoluciones en el siglo XXI.
III. Desaciertos y superación revolucionaria
Pasemos a lo negativo y la autocrítica, con y más allá del texto,
tomando varias cosas dichas “por la positiva”. Pues ya lo decía Nahuel
Moreno: “Ser trotskista hoy día no significa estar de acuerdo con
todo lo que escribió o lo que dijo Trotsky, sino saber hacerle críticas o
superarlo, igual que a Marx, que a Engels o Lenin, porque el marxismo
pretende ser científico y la ciencia enseña que no hay verdades
absolutas. Eso es lo primero, ser trotskista es ser crítico, incluso del
propio trotskismo”.
“Aunque el mundo se obstina en no darles la razón, ellos creen estar en posesión de la verdad”. ¿Qué? Pues el mismo autor, se responde asimismo, cuando dice: “Defendieron causas perdidas cuando lo único perdido era la realidad” (bis). ¿No
se contradice? Como sea, el mundo no da razón en nada, lo da es la
historia de la lucha de clases, lecciones por la positiva y la negativa.
Los análisis y balances, de las revoluciones y contrarrevoluciones,
reformas y reacciones, protestas y conflictos, reafirman el programa y
la teoría científica de la revolución permanente, patrimonio científico
del marxismo.
“Ellos van con sus verdades a cuestas. Con su dogmatismo y sus
esquemas. No importa: son suyos… En general se los acusa de tener un
casete en la boca. Ellos contestan con una parte de la cinta: Ya lo
decía Marx: Los comunistas no ocultan sus ideas e intenciones.…Yo soy el
camino, la verdad y la vida. Jesús. Evangelio según Juan 14, 1-6”.
“Creo que ellos también han contribuido en algunos casos, no en todos, a
cierto dogmatismos y a cierto esquematismos, que también han facilitado
esa crítica”, dijo en la Radio Pública Luján.
Aquí hay una acusación grave y sería la de ser irremediables
dogmáticos. Librescos. Doctrinaristas. El evangelio trotskista recitado.
Más puristas que el papa. O como unas ves oí: “Los testigos de Marx”, al modo de Jehová. Anquilosados “[e]n sus bibliotecas no faltan Marx y Lenin. Los sacan a relucir en cada discusión y en cada debate”, del siglo XIX–XX, ¿y el siglo XXI qué? Una compañera socialista sí me dijo: “Cda, pero el periódico de Lenin y Trotsky se llamaba “La Verdad” (Pravda), ¡no mames güey!” (risas).
Aparte del dogmatismo, hay otros demonios y errores por corregir de
nuestra corriente revolucionaria: el fraccionalismo sin principios (“se pelean entre ellos” y
cuantos chistes hay frente al asunto), el onanismo, desviación
metodológica del centralismo democrático. El subjetivismo idealista y
ultraizquierdismo. El sectarismo y la autoproclamación. El machismo a
nosotras las mujeres y visos burocráticos de funcionamiento orgánico,
opresión generacional, que también los padece toda la izquierda mundial.
También el propagandismo y el confort con la marginalidad (el veneno de la secta), pues aquello de “Discuten, discuten, y discuten. Son troskos”, es a la vez una virtud de la democracia obrera en “su “plenario” un día domingo. Discuten como será el mundo nuevo. Discuten como lo crearán de las entrañas del viejo”,
pero a la vez un defecto pequeñoburgués paralizante, contrario a la
praxis obrera y de masas. Se precisa superar muchas de estas cuestiones
infantilistas.
¡Sea! Se vale. Para nadie en el movimiento es un secreto, de que hay
muchos recitadores, recetarios y hermeneutas de libros sagrados, pero
pocos científicos materialistas dialécticos, cabales, en nuestras filas.
En especial de ciertas dirigencias sectarias y bárbaras en cultura,
activistas lamentables de ciertas tendencias-sectas, que son “son exóticas y delirantes”.
Son la vergüenza del trotskismo, que como toda tendencia política
general con muchas corrientes, tiene inúmeras manzanas podridas, errores
que cuesta superarlos y depurarlos de oportunistas y sectarios, tanto
como los vicios que tiene la clase obrera.
Ello obedece a un déficit educativo, de formación en el método
científico marxista y político experiencial y cercanía a las luchas
obreras cotidianas, tal vez. No lo sé aún. Probablemente sean por más
factores, que hay que estudiar y analizar en profundidad. Aunque
también, es un recurso a la defensiva, de reacción al “vendaval oportunista”,
como dice Martin Hernández, dirigente de la LIT-CI, es decir, a toda la
ofensiva y Cruzada Ideológica integral, de la burguesía y el
imperialismo, contra el marxismo, la ideología revolucionaria de los
trabajadores, a partir de la caída del Muro de Berlín, desde el 89, y
que no para hasta nuestros días.
El post-marxismo, los posmodernismos, el neoliberalismo y los
libertarismos, los neo idealismos y aclasismos, neoprogresismos y
humanismos burgueses y clasemedieros, las nuevas modas ideológicas, son
las expresiones contemporáneas de esas presiones a las que han sucumbido
muchos troskos y dirigentes, lo cual hacen que naturalmente y
reactivamente, al dicho de Trotsky (no del embustero revisionista
prochavista y entrista sui generis, Alan Woods), empuñemos la espada y lanza, diciendo a los cuatro vientos: “¡En defensa del marxismo!”.
Defensa, que a veces puede tener un tufillo dogmático y reactivo,
principista, se acepta, pero que puede corregirse, a pesar de lo
bienintencionado.
Pero lo cierto es que hay que superar el dogmatismo sin denegar de la
tradición marxista, el patrimonio teórico de 200 años de luchas del
proletariado mundial, de ahí su profundo dinamismo, viveza y riqueza. Se
precisa una actualización teórica y programática del marxismo y el
programa de transición para la lucha de clases del siglo XXI. La lucha
de clases reciente y los nuevos fenómenos, después de la caída del Muro
de Berlín, lo ameritan sin lugar a dudas. Ese proceso de elaboración,
discusión, investigación, se está empezando a hacer, no exento de
limitaciones, avances y errores.
Ser dogmático es ser anti-trotskista. Ser dialéctico es ser
trotskista o lo que es lo mismo, un materialista dialéctico y
principista. Pero ser revisionista, en el mal sentido del término,
también es ser antitroskista, oportunista, sucumbir a los cantos de
sirena de la bocata socialdemócrata de las publicaciones en que trabaja
nuestro Mariano, no el Ferreyra sino Schuster. Ser trotskysta es ser
principista pero flexible o táctico en la acción de la lucha de clases y
en la teoría materialista de la realidad social y natural. Ser
trotskysta es ser comunista, marxista, bolchevique nato.
“Sus consignas suenan a otro planeta…Se presentan a las
elecciones y, aunque tienen momentos de auge, no suelen
ganar…Nacionalización de la banca. Estatización de los recursos bajo
control obrero. Expropiación de todos los capitalistas”, se refiere el autor a la apuesta electorales y de luchas sociales de los trotskistas.
Es cierto. El error no es tanto los principios y ejes programáticos,
sino como se traducen concretamente, en propuestas políticas de campaña y
consignas de movilización y educativas, propagandistas, según un
análisis científico del país y la situación de la lucha de clases. Hay
varias falencias.
El trotskismo, en Argentina, ha avanzado con el FIT (Frente de Izquierda y de los Trabajadores)[12]. En Brasil, con el PSTU. En Francia, con el NPA y el reciente candidato metalúrgico Philippe Poutou[13],
ha avanzado en esos errores, no sin innumerables tropiezos y desvíos
electoralistas agudos, además, por la restricción, recorte y falta de
garantías políticas de participaciones, en los mal llamados regímenes
democráticos.
Los trotskistas ven a las elecciones como una tribuna de agitación
del programa, no como una cuestión de ganar votos y parlamentarios, que
cuando se da es solo una táctica, no un fin, pues lo que se hace es una “utilización revolucionaria del parlamento”, que promueva la movilización y la denuncia del gobierno y la cueva de bandidos del Congreso. Preparar la insurrección social.
“Entre otros países, Argentina fue su casa. Por estas pampas desfilaron tribus de troskos de diverso pelaje…Los troskos argentinos son especiales. Especialmente hinchapelotas”.
El artículo está centrado en el trotskismo argentino (“gaucho”), hecho
por un periodista argentino. No es causal pero resulta muy
contradictorio y diciente.
Argentina, es uno de los bastiones o fortines, palcos, donde más
presencia social tiene el trotskismo. País con un gran contingente
obrero y tempranamente industrializado, donde pisó tierra esta corriente
y la izquierda en general, gracias a la inmigración de obreros
europeos. Así como la India y Nepal lo es para el maoísmo. Y Portugal,
Chile o Grecia, para el stalinismo tradicional. Argentina lo es,
relativamente, para el trotskismo, pues el peronismo y el kirchnerismo
junto la ínfima ameba stalinista parasitaria, son mucho, mucho más
fuertes, no hay que ser ciegos.
Por eso no hay que sobredimensionar sino más bien, reconocer
autocríticamente nuestra marginalidad y algunos saltos de crecimiento,
muy limitados e históricamente, desiguales y combinados, en ciertas
zonas geográficas del mundo: Argentina, Brasil, Inglaterra, Estados
Unidos, Francia, Bolivia, Perú, etc. Todavía hay mucho, mucho, muchísimo
por hacer en las décadas que vienen.
Y la mejor manera de hacerlo es respondiéndonos científicamente,
analizando nuestra situación concreta y la realidad, como lo hizo Moreno
de modo autocrítico:
“¿Por qué somos marginales? Por varias razones [objetivas y subjetivas históricas]…Hay
trotskistas que lo niegan, pero lo cierto es que de los cinco [hoy
siete] mil millones de seres humanos que hay en la Tierra, la absoluta
mayoría ni siquiera sabe que existimos. Y hay trotskistas tan marginales
que ni siquiera saben que son marginales… El extrañamiento produce un fenómeno psicológico, esta gente hace un culto de la marginalidad, quiere ser marginal”[14].
No es para contemplar y ponernos a llorar y lamentarnos, sino para
mejorar nuestros planes de construcción audaces y científicos. Después
de la caída de la losa del aparato gubernamental stalinista y crisis
global de los PC’s, se abre relativamente posibilidades mejores e
inmensas para la recuperación del trotskysmo y la superación de la
crisis de dirección revolucionaria del proletariado. Nuestra misión es
participar y dirigir los conflictos laborales menores, resistencias de
masas y revoluciones sociales históricas. Es nuestra razón histórica de
ser, del marxismo revolucionario. Cuestión que a la fecha, hemos
fallado, por factores subjetivos y objetivos. ¿Por qué…?
Personalmente, detesto –insisto: detesto, repudio, etc– la identificación del trotskismo con “Argentina” o en su defecto, con México, Brasil u otro país. Como si esta fuera la “Madre Patria” (Mother Land,
trasladando Rusia stalinista a un país sudaca) del trotskismo. Déjenme
decirles que por un lado el patrioterismo y argentinismo, por el otro,
el trotskismo o socialismo, que es lo mismo, son antitéticos de raíz.
Argentina es principalmente, pero no es el único país de la cuna y virus cancerígeno del nacional-trotskismo
(como diría y acuñó Nahuel Moreno, gran internacionalista), la
desviación nacionalista reaccionaria, por tanto, revisionista y anti
internacionalista, del trotskysmo.
Dicho país sudamericano está repleto y cundido de toda clase sectas y
organizaciones trotskistas, grandes, medianas y pequeñas, luchadoras,
oportunistas o sectarias, pero la gran mayoría, en últimas, “nacionales”.
Lo que es normal para la izquierda tradicional global, para nosotros es
un pecado, un crimen contra la tradición del marxismo y la clase obrera
global, más tendiendo condiciones para internacionalizarse.
El mejor ejemplo de la deriva nacionalista cristalizada es el Partido
Obrero de la Argentina, de Jorge Altamira y los suyos, uno de los
partidos troscos antimorenistas, electoralistas y centristas viejos más
grandes del orbe y de la Argentina, quizás, el número uno nacionalista,
luego del standbye-colapso de su corriente Coordinadora por la
Refundación de la Cuarta Internacional, en el 2014. De hecho ese era el
partido de nuestro pibe trosko, repleto de sueños, ese gran compañero
socialista asesinado y luchador joven: Mariano Ferreyra. Respetamos su
elección partidaria, el PO.
Pese a ello, hay que decir la verdad, hay que hacer todo lo contrario
que hacen la dirigencia equivocada del PO, que a pesar de contar con
una base obrera y juvenil luchadora y pujante, por las alturas son
renegadores del trotskysmo, y tarde o temprano, entrarán en crisis, pues
los errores se pagan, al decir de Moreno: “Se es trotskista y se vive entonces en una internacional o se desaparece”[15].
La tarea del trotskysmo argentino o nacional de cualquier país del
globo, allí donde eche raíces y sea medianamente fuerte o incluso débil,
es paralelamente: “internacionalizarse”, construyendo una
Corriente Política Internacional, centralizada, por una nueva
Internacional obrera y revolucionaria (a veces las sectas confunden
ambos términos: “corriente” e “internacional”, más los oportunistas, las
disocian). No “partidos madre” con sus satélites menores, en uno que
otro país, simulando la política y diplomacia del ex PCUS o el KKE
griego con el EIPCO. Por lo tanto, se precisa “despatrioterizarse”, corregir su desviación nacionalista, que es la regla común y normal en toda la izquierda mundial.
El trotskysmo gaucho hubiera estado más preparado en la Revolución
Argentina de 2001, si hubiese tenido una dirección internacional
consistente y si no hubiese capitulado el MAS (Movimiento al Socialismo)
de la Argentina, partido trotskista más grande del mundo, para su
época, con más de 5 mil militantes y miles de simpatizantes, a la
democracia burguesa y sus procesos electorales, lo cual llevó a una
dispersión brutal y división, que algunos llamaron bien o
malintencionadamente, pero cierta de todos modos: la “diáspora morenista”. Una de tantas expresiones de la ofensiva imperialista, luego de la caida de los estados obreros.
Faltó el acompañamiento internacional y el temple de una dirección
nacional bolchevique internacionalista, probada. A pesar de los reveses y
crisis, errores y fragilidades, lo mejor de ese proceso es,
actualmente, el Partido Socialista de los Trabajadores Unificado –
Argentina, nuestro PSTU, sección nacional de la Liga Internacional de
los Trabajadores LIT-CI.
El PSTU-A nació en el 2011 como una confluencia unitaria de varias
organizaciones, hace parte del Frente de Izquierda y de los
Trabajadores, aunque con innúmeras críticas y propuestas unitarias, de
lucha de candidaturas obreras y antielectoralistas, y pese al
marginamiento y que sus tres partidos no sean democráticos y se nieguen a
abrir el Frente.
Entonces, como trotskista digo, con absoluto respeto y admiración por mis compañeros argentinos: lo mejor que le puede pasar al trotskismo, es dejar de ser gaucho, argentino e internacionalizarse. Multiplicarse y expandirse más allá de la Patagonia rebelde.
¡Al diablo la Argentina o cualquier país que ose presentarse como el
ombligo y pseudo centro revolucionario permanente del mundo! ¡Abajo el
nacional-“trotskismo”, abajo el nacionalismo burgués y pequeñoburgués!
¡Viva el internacionalismo proletario! ¡El trotskismo debe
internacionalizarse, ya, de una vez por todas hacía toda la clase obrera
del mundo, antes que sea demasiado tarde!
Claro, debemos imitar la devoción militante y de lucha de los
compañeros argentinos y trabajadores argentinos, la cual es muy
admirable, como narra la pluma de los periodistas Mariano S. y Alejandro
Rebossio:
“Integran sindicatos y ganan comisiones internas. Movilizan a sus
bases [obreras, barriales y juveniles] y se caracterizan por la
radicalidad [en huelgas y piquetes, cortes de ruta en calles y
carreteras, mitines, etc]. Toman las Facultades, hacen asambleas y
gritan por la revolución [y las demandas gremiales de lucha] frente al
estudiantado [ante el gobierno y las burocracias estudiantiles]…La
entrada de los compañeros pidiendo unas monedas “para el fondo de lucha
de los presos políticos de no sé dónde” Pueden reírse si quieren. Pero
detrás de esas monedas para el fondo de lucha, hay presos políticos
reales”.
“Eran las 4.45 de la madrugada del martes cuando cinco coches de
tres puertas bloquearon la carretera Panamericana, la que une todo el
continente. Entonces unos 300 militantes de la izquierda trotskista de
este país sudamericano. Los cinco carriles de ingreso a la
capital argentina quedaron frenados por estudiantes de psicología y
ciencias sociales, docentes de escuela secundaria, entre otros. Los
cinco de salida fueron tomados por obreros de fábricas de alimentos,
componentes de coches y aeropuertos. Se trataba de uno de los ocho
piquetes que el ascendente trotskismo argentino y otras organizaciones
sociales opuestas al kirchnerismo armaron alrededor de Buenos Aires para
impedir la llegada de trabajadores a oficinas y plantas y para asegurar
así el éxito de la huelga general convocada por tres centrales
sindicales”
“Los estudiantes y obreros trotskistas que cortaban este martes
la autopista Panamericana en la quinta huelga general contra el Gobierno
de la peronista Cristina Fernández de Kirchner cantaban contra las tres
centrales sindicales opositoras que organizaron la huelga. Dominadas
también por peronistas y otras fuerzas de izquierdas, los ‘troskos’ los
tachaban de “burócratas” [patronalistas] al ritmo de bombos y
redoblantes”.
“La izquierda fue haciendo un trabajo de hormiga porque somos
realmente trabajadores. Este paro general pone en discusión muchas
cosas, no solo el impuesto a las ganancias (renta), que es donde
focalizan los medios y la burguesía, sino también la precarización
laboral”, comenta Andrea en un país con un índice de paro del 7,1%, uno
de los cuatro más altos de Latinoamérica, y un 46% de empleados y
autónomos en la informalidad”. (El trotskismo bloquea las carreteras y suma votos, diario imperialista español El País, 2015[16]).
Sí. Muy bonito y bello todo. Lo mismo en Brasil, con las dos Huelgas
Generales contra Temer y su reforma laboral, donde participó nuestro
partido hermano PSTU-B y la central sindical clasista CONLUTAS. Eso lo
tenemos claro. Son nuestros maestros.
Pero no hay trotskismo verdadero y consecuente sin internacionalismo militante, dijo el tigre araucano, Moreno. En eso, debemos aprenderle mucho al revolucionario “argentino” (diría más bien, latino)
Che Guevara y su espíritu internacionalista, de morir por cualquier
país latinoamericano e incluso, irse al Congo, pese a su defecto
foquista voluntarista y organizativo menchevique, fue un gran
revolucionario, admirable.
Los trotskistas, muchos de nosotros latinoamericanistas y por la
Segunda Independencia, siguiendo a nuestro Che y yendo más allá de él,
siendo internacionalistas, hemos estado dispuestos a morir y luchar por
la clase obrera de cualquier país del mundo, sea de un país imperialista
o dependiente. Europea, africana, asiática, latinoamericana: la clase
obrera, es una y sin fronteras.
Eso hace a nuestra tradición y acumulado histórico. Por eso no es
extraño que haya compañeros que vayan a militar a otros países cercanos o
inhóspitos, distintos a los que nacieron y se sientan como en casa,
pues “la patria son tus amigos, tu clase”.
Asimismo, el trotskysmo debe paralelamente “relocalizarse” o “nacionalizarse revolucionariamente”
(en el caso de los países semicoloniales, sudacas, africanos y
asiáticos, sobre todo, pero también en los imperialistas), es decir, obrerizarse (esto es crucial, de ello depende el futuro), insertarse en la clase, sudor y sangre, emociones, con un programa de lucha.
Para construir y aplicar el método del Programa de Transición,
vivo y dinámico, actualizado, científico, con tácticas y consignas,
propuestas políticas y movilización, organización paciente y trabajo de
hormiga, según las particularidades nacionales del régimen-gobierno
burgués a combatir y echar abajo, la etapa de la lucha de clases
concreta y mundial, para la toma obrera-popular del poder y extender la
revolución socialista a escala internacional en el siglo XXI.
¡Hay que atreverse de nuevo a voltear la torta y hacer un cambio del
orden social, en nuestros tiempos presentes contemporáneos, el nuevo
siglo! ¡Como lo hicieron otrora nuestros maestros: los bolcheviques y
los trabajadores, hace un siglo! ¡Viva el centenario de la revolución
proletaria soviética! ¡Viva, viva viva!
“Mariano Ferreyra iba por el mundo con su desprecio a las
burocracias y a los representantes del capital. Con su odio de clase y
sus pasión [y amor] a cuestas. Con sus banderas rojas y su algarabía
[porque la vida y la felicidad es la lucha]. Con su obstinación y su fe
[en la luchas diarias de los trabajadores]. Con sus ganas de creer, [sus
victorias] y sus derrotas”, finaliza el autor.
¡Mariano Ferreyra era un socialista, un trotskysta, un revolucionario marxista del siglo XXI!
¡Viva el movimiento socialista internacional en crecimiento desigual y combinado, dialéctico!
¡Por la construcción social conflictiva y unitaria del Partido Mundial de la Revolución Socialista!
¡Viva el movimiento obrero mundial, insertemonos en sus luchas y vida social!
NOTAS
[1] http://panamarevista.com/troskos-de-mierda/
[2] http://www.redeco.com.ar/nacional/trabajadorxs/20092-en-el-nombre-de-mariano
[3] https://www.youtube.com/watch?v=0llDRdFy3BE&list=PLmjMe2ljHsaIVwAr-9LxnheP4ICNcSFkW
[4] https://www.youtube.com/watch?v=0i0cP3VYiLQ
[5] http://www.ceipleontrotsky.org/La-fundacion-de-la-IV-Internacional,1083
[6] https://www.marxists.org/espanol/moreno/1985sert.htm
[7] http://www.geocities.ws/moreno_nahuel/45_nm.html
[8] Véase lista no actualizada (de 2005, creo) de organizaciones trotskistas en el mundo: https://www.marxists.org/history/etol/intl.htm http://www.broadleft.org/trotskyi.htm Hoy son, innumerablemente muchas más, habría que ver la investigación francesa del ERMTRI (Centro de Estudios e Investigaciones sobre los Movimientos Trotskistas y Revolucionarios).
La idea es que se tienda al crecimiento y fusión-centralización de corrientes y organizaciones de izquierda, más allá del trotskismo, además de ello, a avanzar por medio de rupturas, necesarias.
Como señaló Moreno en sus Conversaciones (1986), muy influenciado por la táctica del Frente Único Revolucionario: “Yo creo que ese es el futuro del trotskismo. Va a haber muchas unificaciones, cuando hasta ahora su historia se había caracterizado por las divisiones…Si, pero la realidad objetiva, en la medida que se produce un ascenso revolucionario, hace surgir tendencias, provoca rupturas en los partidos, genera crisis. El partido revolucionario sólo puede adquirir influencia de masas o hacerse fuerte en la vanguardia si se dirige hacia esas tendencias positivas, dinámicas, de centroizquierda como las llamamos nosotros, para atraerlas, ganarlas a nuestras posiciones”.
[9] http://litci.org/es/lit-ci-y-partidos/un-breve-esbozo-de-la-historia-de-la-lit-ci-2/
[10] http://litci.org/es/teoria/historia/alarma-por-kronstadt/
[11] https://litci.org/es/especial/especial-revolucion-rusa/el-terror-rojo/
[12] https://internacional.elpais.com/internacional/2015/06/09/actualidad/1433861762_666045.html
[13] http://litci.org/es/mundo/europa/francia/contra-las-candidaturas-burguesas-y-reformistas-la-lit-llama-a-votar-a-philippe-poutou-npa/
[14] http://www.geocities.ws/moreno_nahuel/45_nm.html
[15] http://www.geocities.ws/moreno_nahuel/32_nm.html#_Toc534425085
[16] https://internacional.elpais.com/internacional/2015/06/09/actualidad/1433861762_666045.html
21 / 10 | Política
TROSKOS DE MIERDA
Mariano Ferreyra fue asesinado hace seis años por una patota de la
burocracia sindical. Era militante trosko. Pertenecía, por ende, a una
tradición insultada y burlada. La de esos seres extraños que parecen
dispuestos a todo por la revolución. Son rojos acostumbrados a perder y a
luchar.
Mariano Schuster
@schusmariano
Jefe de redacción de La Vanguardia. Editor en Nueva Sociedad.
A Esteban Sargiotto y Lucas Malaspina
Parece que algunas generaciones de
trabajadores no verán otros tiempos. Ellos van, principalmente, a
luchar. No es poco lo que les corresponderá demoler y sufrir: de lo que
se trata es de rehacer el mundo.
Victor Serge. Humanismo socialista contra totalitarismo.
Yo soy el camino, la verdad y la vida
Jesús. Evangelio según Juan 14, 1-6
Son obstinados y trágicos. Suelen tomarse en serio lo que dicen y lo que hacen. A veces, demasiado en serio. Si no están con los suyos, pueden ponerse a la defensiva. Desde hace casi cien años, parecen francamente hinchapelotas. Tienen esperanzas. Aunque el mundo se obstina en no darles la razón, ellos creen estar en posesión de la verdad. Parecen exóticos y delirantes. Muchas veces… son exóticos y delirantes. Hablan de la revolución social. Alzan los puños y las banderas rojas. Marchan por y con los obreros. Algunos, claro, son obreros. La palabra “burgués” los enloquece. La palabra “proletario” los emociona. Aunque parezcan raras avis, no son distintos a usted y a mí. Ellos también sonríen y aman. Bailan y beben. En definitiva, viven. Ellos quieren creer y creen.
Cuentan con una fe inquebrantable en León Trotsky, revolucionario soviético de barba chiva. Judío cosmopolita y elegante. Lo dicen con orgullo: “Es el hombre que hubiese podido fundar un mundo nuevo”. Tienen sobre sus espaldas el peso de su derrota. De todas las derrotas.
"La palabra “proletario” los emociona. La palabra “burgués” los enloquece"
Fue asesinado por el estalinismo por decir la verdad –
gritan, ante ciudadanos que apenas saben quién fue Stalin y quien fue
Trotsky. No olvidan que un día, en el exilio en México, un esbirro del
régimen soviético golpeó la cabeza más rebelde con un picahielo para
aniquilar la revolución. Pero tampoco olvidan que la revolución no
depende de un hombre y que no pudieron aniquilar nada.A diferencia de otras izquierdas, ellos son internacionalistas. Así haya dos o tres de ellos en el rincón más lejano del mundo, lo considerarán un compañero. En sus casas suele haber un colchón para el forastero que pretenda alzarse contra el poder.
Mientras otros juegan un picado o se besan furiosamente en la plaza, ellos hacen su “plenario” un día domingo. Discuten como será el mundo nuevo. Discuten como lo crearán de las entrañas del viejo. Discuten, discuten, y discuten. Son troskos.
A veces, son incluso más emocionantes que su héroe. Trotsky, que
pretendía fundar el socialismo, no tuvo piedad con los obreros
anarquistas de Krondstadt y los fusiló en plena revolución rusa. Ellos,
en cambio, no fusilaron a nadie. Aun así, lo defienden con uñas y
dientes. Pegan su foto en las paredes de las universidades. Pegan su
foto sobre las publicidades de la vía pública. Pegan su foto en las
paredes de la ciudad. Cuando les preguntan ¿Ustedes también pegan todos estos carteles en sus casas? Ellos contestan: Sí, también.
Sus enemigos se cuentan a millones: estalinistas, capitalistas,
reformistas y pequeño-burgueses. Los han acusado de ser un invento de la
CIA, de formar parte del lobby judío, de dividir al movimiento popular.
No importa de quien se trate: el trosko es el enemigo. Ellos,
simplemente, resisten.
En sus bibliotecas no faltan Marx y Lenin. Los sacan a relucir en
cada discusión y en cada debate. Tienen una posición crítica para cada
intelectual. Reformista, desviacionista, revisionista, pequeñoburgués, cientificista. Ellos van con sus verdades a cuestas. Con su dogmatismo y sus esquemas. No importa: son suyos.
" Sus detractores suelen decir: Con esos troskos de mierda no se puede construir nada."
Dicen que todos son lo mismo y ven complots mundiales para destruir
su causa. Hacen actos delirantes. Se movilizan por cada guerra y
anuncian la inminente caída del capitalismo. Publican libros de autores
rusos. Acusan a sus enemigos de antiobreros. Se pelean entre ellos.
Tachan de tibios a los izquierdistas rosados. A veces, parecen
soberbios. Otras, poéticos.
Defendieron causas perdidas cuando lo único perdido era la realidad.
Mientras las izquierdas estalinistas y nacional-populares callaban los
crímenes de la burocracias – fueran estas soviéticas, cubanas o chinas –
ellos levantaban su voz para denunciar, a la vez, los males del
capitalismo y la degeneración de los comunistas.
Las izquierdas moderadas o nacionalistas los acusan de “hacerle el juego a la derecha”. Y ellos les responden: La derecha también son ustedes. Lo hacen desde sus periódicos, cuyos nombres ya lo dicen todo: Prensa obrera, Voz proletaria, La izquierda diario, El Militante, Palabra obrera, Avanzada socialista. En la vida no hay que andar con eufemismos.
Sus detractores suelen esconderse detrás de la realpolitik. Tienen razón pero es imposible. Si con esos troskos de mierda no se puede construir nada. Cuando sus enemigos moderados llegan al gobierno no nacionalizan la banca ni expropian tierras. No hay reforma agraria ni democracia sindical. Los que decían que no se puede, ni siquiera lo intentan.
Se presentan a las elecciones y, aunque tienen momentos de auge, no suelen ganar. Sus consignas suenan a otro planeta: Nacionalización de la banca. Estatización de los recursos bajo control obrero. Expropiación de todos los capitalistas. En general se los acusa de tener un casete en la boca. Ellos contestan con una parte de la cinta: Ya lo decía Marx: Los comunistas no ocultan sus ideas e intenciones.
Entre otros países, Argentina fue su casa. Por estas pampas desfilaron tribus de troskos de diverso pelaje. Intelectuales como Héctor Raurich y Antonio Gallo, delirantes como Homero Cristalli (J.Posadas) que creía haber descubierto que en Marte ya había socialismo, hombres de letras y pensamiento como Silvio Frondizi y Milcíades Peña, y dirigentes como Nahuel Moreno y Jorge Altamira. Detrás de ellos, hubo militantes obstinados y valientes. Enfrentaron dictaduras y terrorismos de Estado.
Los troskos argentinos son especiales. Especialmente hinchapelotas. Están siempre ahí, alertando que todos los males provienen del sistema. Que no se puede luchar contra una parte si no se combate el todo.
Integran sindicatos y ganan comisiones internas. Movilizan a sus bases y se caracterizan por la radicalidad. Toman las Facultades, hacen asambleas y gritan por la revolución frente al estudiantado. En sus filas hay psicólogos, abogados, torneros, masajistas y lustrabotas. Cada cual cree en lo suyo: Psicología y lucha de clases, abogacía y lucha de clases, tornos y lucha de clases, masajes californianos y lucha de clases, lustrabotas y lucha de clases. Para ellos hay una lucha y hay que posicionarse: tienen claro su lugar.
Quienes pasamos por la Universidad de Buenos Aires, no podemos imaginar un mundo sin troskos. Sería tan utópico como uno sin animales o plantas. La entrada de los compañeros pidiendo unas monedas “para el fondo de lucha de los presos políticos de no sé dónde” se queda grabada para siempre. Pueden reírse si quieren. Pero detrás de esas monedas para el fondo de lucha, hay presos políticos reales.
"Los troskos están para cambiar el mundo. No quieren parar hasta conseguirlo."
No transigen ni tranzan. Si reprime Cristina, alzan su voz. Si
reprime Macri, también. Los más honestos la alzan incluso contra las
represiones del propio Trotsky. Están para cambiar el mundo, y no
parecen querer parar hasta conseguirlo.Mariano Ferreyra era uno de ellos. Militaba en el Partido Obrero. El 20 de Octubre de 2010 marchó junto a sus compañeros para solidarizarse con los trabajadores tercerizados del ferrocarril y fue asesinado salvajemente por la patota de la burocracia sindical de la Unión Ferroviaria. Aunque el poder político intentó evitarlo, su líder, José Pedraza, está preso. Las componendas político-judiciales le granjearon, sin embargo, una apacible prisión domiciliaria.
Mariano Ferreyra iba por el mundo con su desprecio a las burocracias y a los representantes del capital. Con su odio de clase y sus pasión a cuestas. Con sus banderas rojas y su algarabía. Con su obstinación y su fe. Con sus ganas de creer y sus derrotas.
Mariano Ferreyra era trosko. Si no lo hubiesen asesinado, algún idiota se estaría burlando de él.
La foto del padre besando al hijo es del usuario Maga Zulu en Flickr
La foto con los carteles de Trotsky y Marx es de Belén Gonzalo
ARGENTINA: LA TRAMPA ELECTORAL SE IMPONE SOBRE LOS EXPLOTADOS
Mientras el FIT sigue generando falsas ilusiones en la “democracia” burguesa…
Las últimas elecciones presidenciales en Argentina dieron como resultado el triunfo del empresario Mauricio Macri en una segunda vuelta disputada con el kirchnerista Daniel Scioli. En tercer lugar quedó el partido patronal UNA de Sergio Massa. Y como “cuarta fuerza”, como ellos mismos se definen, quedó el Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT). De esta forma la trampa electoral se impuso sobre las masas explotadas luego de que el Tucumanazo conquistado solo unas semanas atrás amenazara con revivir las jornadas revolucionarias del 2001.
Mientras la crisis internacional del capitalismo se profundiza y el imperialismo exige el pago puntual de sus deudas usureras, Latinoamérica y Argentina en particular se encuentran ante la disyuntiva de abrir paso a la revolución socialista o hundirse más en la barbarie semi-colonial. Las fórmulas intermedias y las frases diplomáticas no sirven frente a la agudización de las contradicciones de clase que necesita de una dirección revolucionaria firme y decidida a disputar el poder a la burguesía. El FIT no está por este camino, no quiere ser la primera fuerza internacionalista del proletario, se satisface con ser la cuarta pata del régimen semi-parlamentario. De su intervención frente a las elecciones burguesas quedó fuera toda referencia a los petroleros de Las Heras, a los derechos políticos de los soldados, a la restauración del capitalismo en Cuba, a la lucha de los trabajadores en Grecia, Siria o Palestina, a la necesidad de abrir nuevamente la revolución por el pan y el trabajo. El FIT es parte del reformismo mundial que en Grecia ha impuesto la trampa de frente popular de Syriza que sigue pagando los memorándums de la Troika.
El tucumanazo demuestra que están maduras las condiciones para la lucha revolucionaria. Millones trabajadores votan al FIT justamente porque desean terminar con la explotación capitalista aunque se siembre sobre ellos falsas ilusiones parlamentarias. O el FIT rompe con su política conciliadora, cuestión que creemos no hará, o la burguesía terminará rompiendo las cabezas de la vanguardia combativa que ahora agrupa en sus filas. Los trabajadores de todo el Continente están al tanto del desenlace del capítulo argentino de la revolución Latinoamérica y esta vez tiene que ser a favor de los explotados.
Mientras la crisis internacional del capitalismo se profundiza y el imperialismo exige el pago puntual de sus deudas usureras, Latinoamérica y Argentina en particular se encuentran ante la disyuntiva de abrir paso a la revolución socialista o hundirse más en la barbarie semi-colonial. Las fórmulas intermedias y las frases diplomáticas no sirven frente a la agudización de las contradicciones de clase que necesita de una dirección revolucionaria firme y decidida a disputar el poder a la burguesía. El FIT no está por este camino, no quiere ser la primera fuerza internacionalista del proletario, se satisface con ser la cuarta pata del régimen semi-parlamentario. De su intervención frente a las elecciones burguesas quedó fuera toda referencia a los petroleros de Las Heras, a los derechos políticos de los soldados, a la restauración del capitalismo en Cuba, a la lucha de los trabajadores en Grecia, Siria o Palestina, a la necesidad de abrir nuevamente la revolución por el pan y el trabajo. El FIT es parte del reformismo mundial que en Grecia ha impuesto la trampa de frente popular de Syriza que sigue pagando los memorándums de la Troika.
El tucumanazo demuestra que están maduras las condiciones para la lucha revolucionaria. Millones trabajadores votan al FIT justamente porque desean terminar con la explotación capitalista aunque se siembre sobre ellos falsas ilusiones parlamentarias. O el FIT rompe con su política conciliadora, cuestión que creemos no hará, o la burguesía terminará rompiendo las cabezas de la vanguardia combativa que ahora agrupa en sus filas. Los trabajadores de todo el Continente están al tanto del desenlace del capítulo argentino de la revolución Latinoamérica y esta vez tiene que ser a favor de los explotados.
¡POR TODAS Y CADA UNA DE NUESTRAS DEMANDAS: ABAJO EL RÉGIMEN SEMI-PARLAMENTARIO DE LA BURGUESÍA! ¡QUE VUELVA LA REVOLUCIÓN Y QUE SE VAYAN TODOS!
¡POR UN GOBIERNO DE LOS TRABAJADORES, DESOCUPADOS Y SOLDADOS RASOS!
¡POR LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA Y LA
REFUNDACIÓN DE LA CUARTA
INTERNACIONAL!
¡POR UN GOBIERNO DE LOS TRABAJADORES, DESOCUPADOS Y SOLDADOS RASOS!
¡POR LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA Y LA
REFUNDACIÓN DE LA CUARTA
INTERNACIONAL!
Los candidatos marginados de la izquierda reformista Peruana
En estas contiendas electorales donde la burguesía transnacional necesita saber en qué candidato poner toda su confianza para continuar con el saqueo de nuestros recursos, diferentes candidatos se aventuran a pelear la silla presidencial, ofreciendo unos sacar de inmediato los tanques a las calles contra la clase obrera, mientras otros prometen una nueva “gran transformación” y “reglas de juego claras” sembrando falsas esperanzas en el pueblo con el mito de un capitalismo reactivado, reformado y feliz.
La burguesía nacional por su parte, totalmente impotente y servil frente al poder transnacional, solo puede aspirar a ciertos frenos y migajas de la mano del Frente Popular, es decir, de su alianza con dirigentes obreros y campesinos partidarios de la armonía y conciliación entre las clases. La primera gran opción en este sentido es el Frente Amplio de Verónika Mendoza.
Sin embargo, no debemos olvidar otras alternativas como la de Vladimir Cerrón, que luego de perder la reelección regional en Junín tiene la esperanza de ganar la presidencia de la república. Se sabe pues que las negociaciones con el frente de Mendoza fracasaron y ahora se lanza solo con su partido “Perú Libre”. Si llegara al poder, Cerrón sería solo una copia mal hecha de Chávez, Correa o Evo, caudillos que han opuesto ciertos límites al imperialismo para luego entregarle los recursos de sus naciones, de allí su crisis económica y también política.
Por otro lado, tenemos a Gregorio Santos, quien subordinó las legítimas luchas del pueblo de Cajamarca contra la contaminación minera a las mesas de diálogo del gobierno de la mano de la burguesía agraria y los terratenientes. Su alianza con los fonavistas solo puede terminar beneficiándole a él. Exigimos su libertad para que sea el pueblo pobre quién lo juzgue directamente. Su viejo partido, Patria Roja, ahora de forma oportunista llama a no votar por nadie, luego de expulsarlo por disputas de porcentajes, confirmando la profunda crisis que vive la izquierda luego de sostener por años la política del “mal menor” burgués.
La otra cara de la izquierda reformista la presenta el FUDEP (Movadef-Antauro), que a gritos piden la reconciliación nacional con la amnistía general, incluso la de Fujimori y Montesinos, olvidando los caídos del pueblo bajo la dictadura. El maoísmo tiene pues en el Movadef su versión más cínica y despreciable. Por otro lado, sabemos que el nacionalismo burgués de Antauro es un simple remedo de Chávez, de Velasco, es decir, se ofrecen ciertos cambios pero sin romper totalmente con el imperialismo. Sin embargo, mientras los trotskistas denunciamos el carácter no socialista de estas formaciones, a la vez, no le reconocemos al Estado ningún derecho de perseguirlos bajo su fraudulenta campaña “antiterrorista” y exigimos la liberación de los reservistas y ex guerrillos presos.
En este juego electoral no puede caer el pueblo explotado, no existe en estas elecciones ninguna representación obrera independiente ni del lado de los grandes candidatos, ni de los marginados que aquí hemos enlistado, por ello insistimos que todos los organismos obreros, como el FONAVI, los sindicatos de la CGTP, de la Red Solidaria, deben romper con todas estas alternativas patronales y llamar a votar viciado y preparar así la lucha por todas nuestras demandas.
Para terminar esta nota, cabe mencionar, que nosotros rechazamos la demagogia antielectoral del anarquismo que encubre su incomprensión e impotencia frente al Estado burgués con frases altisonantes pero vacías de contenido y fundamento. Los marxistas no rechazamos la posibilidad de utilizar el parlamento enemigo como tribuna para que nuestro programa revolucionario se difunda.
Si hubiera siquiera una sola candidatura obrera independiente nosotros la llamaríamos a votar críticamente, porque en este caso se trataría de educar a los trabajadores en la necesidad de marchar separados de los políticos de la burguesía así se pinten de rojo. Nuestra posición es pues clasista no individualista, racional no sentimental, planificada no improvisada.
En 200 años el anarquismo no ha sido capaz de derrocar jamás ningún gobierno capitalista; en la España del 36 participaron de Estado burgués y ahora en Ucrania apoyaron un levantamiento fascista debido a su confusión.
Su rechazo a coordinar acciones comunes con organizaciones sindicales solo debilita y fracciona nuestra lucha. La clase obrera necesita prepararse para la toma del poder y el socialismo y esto no se puede hacer sin refundar la Cuarta Internacional, el partido mundial de los trabajadores. El anarquismo, al pretender interponerse en este camino, demuestra ser simplemente el ala más radicalizada de la clase media.
La burguesía nacional por su parte, totalmente impotente y servil frente al poder transnacional, solo puede aspirar a ciertos frenos y migajas de la mano del Frente Popular, es decir, de su alianza con dirigentes obreros y campesinos partidarios de la armonía y conciliación entre las clases. La primera gran opción en este sentido es el Frente Amplio de Verónika Mendoza.
Sin embargo, no debemos olvidar otras alternativas como la de Vladimir Cerrón, que luego de perder la reelección regional en Junín tiene la esperanza de ganar la presidencia de la república. Se sabe pues que las negociaciones con el frente de Mendoza fracasaron y ahora se lanza solo con su partido “Perú Libre”. Si llegara al poder, Cerrón sería solo una copia mal hecha de Chávez, Correa o Evo, caudillos que han opuesto ciertos límites al imperialismo para luego entregarle los recursos de sus naciones, de allí su crisis económica y también política.
Por otro lado, tenemos a Gregorio Santos, quien subordinó las legítimas luchas del pueblo de Cajamarca contra la contaminación minera a las mesas de diálogo del gobierno de la mano de la burguesía agraria y los terratenientes. Su alianza con los fonavistas solo puede terminar beneficiándole a él. Exigimos su libertad para que sea el pueblo pobre quién lo juzgue directamente. Su viejo partido, Patria Roja, ahora de forma oportunista llama a no votar por nadie, luego de expulsarlo por disputas de porcentajes, confirmando la profunda crisis que vive la izquierda luego de sostener por años la política del “mal menor” burgués.
La otra cara de la izquierda reformista la presenta el FUDEP (Movadef-Antauro), que a gritos piden la reconciliación nacional con la amnistía general, incluso la de Fujimori y Montesinos, olvidando los caídos del pueblo bajo la dictadura. El maoísmo tiene pues en el Movadef su versión más cínica y despreciable. Por otro lado, sabemos que el nacionalismo burgués de Antauro es un simple remedo de Chávez, de Velasco, es decir, se ofrecen ciertos cambios pero sin romper totalmente con el imperialismo. Sin embargo, mientras los trotskistas denunciamos el carácter no socialista de estas formaciones, a la vez, no le reconocemos al Estado ningún derecho de perseguirlos bajo su fraudulenta campaña “antiterrorista” y exigimos la liberación de los reservistas y ex guerrillos presos.
En este juego electoral no puede caer el pueblo explotado, no existe en estas elecciones ninguna representación obrera independiente ni del lado de los grandes candidatos, ni de los marginados que aquí hemos enlistado, por ello insistimos que todos los organismos obreros, como el FONAVI, los sindicatos de la CGTP, de la Red Solidaria, deben romper con todas estas alternativas patronales y llamar a votar viciado y preparar así la lucha por todas nuestras demandas.
Para terminar esta nota, cabe mencionar, que nosotros rechazamos la demagogia antielectoral del anarquismo que encubre su incomprensión e impotencia frente al Estado burgués con frases altisonantes pero vacías de contenido y fundamento. Los marxistas no rechazamos la posibilidad de utilizar el parlamento enemigo como tribuna para que nuestro programa revolucionario se difunda.
Si hubiera siquiera una sola candidatura obrera independiente nosotros la llamaríamos a votar críticamente, porque en este caso se trataría de educar a los trabajadores en la necesidad de marchar separados de los políticos de la burguesía así se pinten de rojo. Nuestra posición es pues clasista no individualista, racional no sentimental, planificada no improvisada.
En 200 años el anarquismo no ha sido capaz de derrocar jamás ningún gobierno capitalista; en la España del 36 participaron de Estado burgués y ahora en Ucrania apoyaron un levantamiento fascista debido a su confusión.
Su rechazo a coordinar acciones comunes con organizaciones sindicales solo debilita y fracciona nuestra lucha. La clase obrera necesita prepararse para la toma del poder y el socialismo y esto no se puede hacer sin refundar la Cuarta Internacional, el partido mundial de los trabajadores. El anarquismo, al pretender interponerse en este camino, demuestra ser simplemente el ala más radicalizada de la clase media.
En este sentido considero muy cualitativa su respuesta a lxs compañerxs del PO, evidentemente se ve que o bien falta discusión polÍtica al interior de su organización al respecto o no se jerarquiza como un compenente crucial para la preparación de una vanguardia revolucionaria, ya que no es la primera vez que a partir de diversas elaboraciones queda al descubierto su posición lamentable frente a este tema (incluso podemos observarlo en algunos artículos de su prensa). Estoy por combatir colectivamente, cada unx desde su lugar como sujeto revolucionario, las presiones, contradicciones que este sistema nos impone por ser mujeres que queremos cambiar el mundo y nos ponemos al hombro tal ambisioso desafÍo. Espero que se abra un debate constructivo que ayude a reflexionar a lxs cxs del PO sobre nuestra posición desde el PTS como bandera de lucha y no con el pobre argumento de “reirse de uno mismo”.
Lo digo como activista feminista y simpatizante de la izquierda.
ademas, muchachas, es una produccion (si eso le alcanza a meter una foto y un par de frases que buscan la risa) de consumo absolutamente endogamico, colgada en facebook donde la gente que lo ve, la verdad es poca y ni siquiera esta firmado por el po. El que está convencido es el que mejor se sabe reir entre entendidos. Parece que nunca es su caso.
Espero q el debate sirva para q se abra dentro d sus filas una profunda reflexion acerca d los problemas d la vida cotidiana.
Estoy completamente de acuerdo con lo expuesto, excepto en un tema puntual: “Nuestro humor es ridiculizar la ideología burguesa, nosotros nos reímos de los patrones, de los curas, de su cultura reaccionaria, de las normas ridículas que son “palabra santa”, no de nosotros mismos”. De ninguna manera creo que debemos prohibirnos o censurar el humor para con nosotros mismos. El humor es una herramienta y creo que es más determinante el cómo de su uso y no el objeto del humor. No todo humor es una burla, no todo humor desvaloriza ni ridiculiza, muchas veces es una forma amena de presentar opiniones, o simplemente algo que nos permita reirnos y pasar un buen momento, pero mucho más importante aún, a mi modo de ver es una de las formas en las que podemos atravesar momentos complicados. El humor es, por lo general, insidioso y debido a ello hay que tener cuidado cómo, dónde y con quién se expresa el humor, pero eso no quita a que no podamos o debamos (no un deber moral) reírnos de nosotros mismos. Responsabilidad y posibilidad, si bien están estrechamente relacionados, no son lo mismo.
afirmar eso es machista querida compañera. si, suena un tanto irónico que ustedes mismas terminen siendo mas machistas que el estereotipo de camionero. nadie las obliga a nada, si son objeto es porque ustedes lo permiten. o peor, hasta en algunos casos lo aprovechan
Además de que cualquier elección personal y subjetiva está determinada por las condiciones sociales, en el caso de la mujer la opresión es incluso previa al sistema capitalista que tiene como base la mercantilización de las relaciones humanas, y que aprovecha la opresión de género para sostenerse.
Ahora, dejando de lado a la opresión de la mujer. Te parece que cualquier trabajador, sea varon y mujer, “elije” ser cosificado como una mercancía más?
Tu argumento es ridículo, pero sobre todo muy reaccionario.
Y resulta que los kirchneristas lo han reproducido para burlarse de nosotros.. en serio les preocupa tanto??? Que un gobierno al que le sobran asesinatos, represiones, ajustes, medidas anti populares, cagadones.. se agarren de esto.. en facebook!? No pensarán que el kirchnerismo está fuerte, no?
Compañeros del PTS, pasan cosas importantes fuera de facebook.. y para tener un “debate sobre el humor” primero hay tener humor ..¡aburridos!
A, eso sí, la nota es moooy divertida, como que sin querer logran lo que la troskopolitan no: hacer un buen ridículo de la izquierda
2. Dave Chappelle, es trotskista? Digo, porque no se puede pretender de alguien que hace negocio con ese tipo de ironías machistas, discrimatorias, sexistas, tenga en cuenta que en esta sociedad las mujeres son estereotipadas, tratadas de putas, violadas, asesinadas, secuestradas… (por eso esa misma ironía no existe hacia los hombres). Lo extraño, no es que Dave Chappelle haga ese tipo de bromas, o Tinelli, o Moria Casán (para lucrar con el “sentido común”), o los kirchneristas (para atacar al trotskismo desde uno de tantos angulos macartistas). Lo extraño es que lo reproduzcan los y las trotskistas… que hasta donde entiendo, pelean por terminar con todo tipo de opresión, discriminación y violencia hacia las mujeres.
Sos un oportunista pequeñoburgués ajeno tanto a las ideas del PTS como a las del PO.
Te vivís cagando de risa de la militancia, porque la tuya pasa por ganar prestigio. Pequeñoburgués de cuarta…
MUJER QUE LUCHA carece de humor.. no como Cucucita! jajaja
“Nuestro humor es ridiculizar la ideología burguesa, nosotros nos reímos de los patrones, de los curas, de su cultura reaccionaria, de las normas ridículas que son “palabra santa”, no de nosotros mismos.”
chaucito
El problema es que logicas se reproducen en ciertos chistes o satiras o como quieran llamarlo! ….pasemos a un ejemplo concretito, asi todos/as los que leyeron y comentaron entienden:
– en el dia de hoy en cordoba, salio un ranking en dia a dia de las politicas mas lindas, diciendo que “estaban para el crimen”….(un diario burgues que con esa nota burda y absurda no tiene NADA que envidiarle a la troskopolitan, ni viceversa, banalizando la militancia y equiparandola con la militancia de los partidos burgueses)
Entonces, me pregunto, que pensaran las mujeres que sufren la violencia a diario? que pensarian las miles de mujeres q mueren asesinadas, que sufren acoso, que son violadas, que son golpeadas?
Creo que la nota intenta decir, ante el estereotipo de belleza: como una mujer se posiciona ante eso, y como nos posicionan y si haemos algo, porque no es ese lugar de objetos el que queremos ocupar, menos si nos decimos revolucionarios…. Yo no creo q la troskopolitan sea una parodia a la cosmopolitan…..creo si que dice mucho de la rutina militante de los compañeros/as del PO.
¿Acaso nos importa si nos maquillamos o no? ¿Importa si se esta despeinada o peinada? Los militantes revolucionarios no militamos para vernos mas bellos/as….militamos porque queremos terminar con esta sociedad de explotadores y explotados, porque no queremos q hayan mas marianos, porque queremos echar a la burocracia de los sindicatos, porque queremos terminar con todo tipo de opresion, porque queremos una vida donde lo importante no sea lo superficial y lo exterior…..
Si los trotskystas no vamos contra la corriente, ningun burguesito lo hara (ni ningun pequeñoburgues como diego rojas, que en vez de pensar lo q comenta, reproduce comentarios estupidos y sin argumentacion)
Nuevamente, si estan dispuestos a un debate fraternal acerca de lo mas reaccionario de la vida cotidiana (que lo tenemos todos y todas, no hay duda, vivimos dentro de esta sociedad, no nos creemos ajenos/as) el tema es si estamos dispuestos/as a combatirlo o nos vamos a quedar de brazos cruzados o mirandonos en el espejo si nos salio una arruguita o si tenemos ojeras…..
Se vende en varios quioscos de revistas, así que imaginate; a la altura del de Paluch (\”El combustible espiritual\”), Majul y Favio Zerpa. Qué estilo, qué periodista!. Show must go on.
que empieces bien la primavera, colo.
Leí con detenimiento sus posturas sobre la cuestión de la mujer. Primer lugar, dicho enojo de publicar comentarios como: “sexy, atrevida y soltera” no comete ningún crimen ni “pecado” en sentido estricto del movimiento comunista. Esos perjuicios absurdos de los maoístas y algunos sectores del estalinismo creyendo que todos los revolucionarios debe cumplir con un requerimiento de vestimenta y forma de estilo de vida “adversos” a los cánones de la sociedad capitalista, no sólo es un error, sino una asquerosidad. Nosotras las trabajadoras si nos exigen vestirnos de una forma elegante y formal, ¿eso perjudica a la lucha obrera? Al contrario, si una luchadora, aparte de que está en la lucha, forma parte de promover los ideales del comunismo, no van a ir predicando el comunismo de una forma muy desagradable ante los trabajadores. ¿Cómo piensan ganar la confianza de los trabajadores que con el comunismo van a estar mejor, si nosotros los revolucionarios estamos viviendo en harapos? Por eso, muchos trabajadores se van con la finta de la imagen que promueve el capitalismo, porque los trabajadores, al final a cabo, ese es su sueño, tener un futuro asegurado. Obviamente, los ideales son la base pero no por eso, debemos de ser tan tajante en la forma de vestir, de la presentación personal y etc.
Otro de los errores que se comete en el artículo y que es bastante preocupante, es la forma de “cómo se preocupan por lo visión que pueden tener un movimiento burgués como el kirchnerismo”. Para una organización, que se dice llamarse trotskista o más amplio,¡comunista! Les debe valer un cómino lo que digan esos sectores de la burguesía. Nuestra moral debe ser más fuerte que los moralidad de la burguesía. Sí promovemos “el amor libre” y con eso “nos ganamos de ser señaladas de ser putas”, ¡qué bah! ¡al carajo! Nuestra preocupación es quedar bien ante el movimiento obrero, y no ante los juicios injuriosos de todos los medios de la burguesía. Si nos tachan de que “no hablamos bien” o “no usamos bien la gramática”, ellos les debe valer un cómino, lo que nos interesa, es que la clase obrera y sus aliados, los explotados y los oprimidos, entiendan a la perfección de nuestro mensaje.
En los demás punto, sobre saber los orígenes sobre los epitetos y palabras soez, sí es interesante que se de el seguimiento, en esos puntos si los apoyos.
Es cierto, que en el movimiento obrero se permea mucho de los epitetos antimujeres, homofóbicos, raciales, anti-obreros, etc. Pero también existen la falta de la consciencia clasista. Si una organización se muestra tales degradaciones de niveles en cuanto a los temas de la mujer, de los homosexuales, de raciales, etc. Ya dista de mucho de ser una organización comunista. Como lo hemos visto en varias agrupaciones pseudotrotskistas. Lo ideal, es expulsar de inmediato esos elementos que muestra su bajo nivel del comunismo.
Es curioso, que se muestren un enojo tal, que miembros del PTS por el sólo hecho de que unas digan que son “sexys”, “elegantes” y “solteras”, pero no hay un enojo que una de sus organizaciones mexicanas como “Pan y Rosas” excluyen a los miembros varoniles del movimiento obrero mostrar su programa y propaganda. Nuestros compañeros de lucha varoniles, cada vez que le piden un volantito público, se les niegan por cualquier pretexto, por ejemplo en las marchas, asambleas, etc. O no muestran enojo como una agrupación como la LTS, utilizan a sus miembros femeniles trabajos especializados de carga para sus eventos.
Espero que mis críticas sean recibidas, y no se molesten por lo dura que soy, saludos y seguimos en el camino por la lucha de una verdadera revolución socialista internacional.